Galo Fernández: "No me pidan que me ponga a juzgar a mis hermanos obispos"
El nuevo administrador apostólico de la Diócesis de Talca, sucesor de Horacio Valenzuela, afirmó que no quiere hacer críticas "a través de los medios".
Dijo esperar que, con el tiempo, se resuelvan los casos de abuso y "vuelva a brillar toda la belleza y bondad que hay en la vida de la Iglesia".
El nuevo administrador apostólico de la Diócesis de Talca, Galo Fernández -designado por el papa Francisco para reemplazar al obispo Horacio Valenzuela- evitó cuestionar públicamente la manera en que la Conferencia Episcopal abordó durante los últimos años la ola de denuncias por abusos sexuales de sacerdotes.
"No me pidan que me ponga aquí a juzgar... Cuando tengo algún problema con algún hermano obispo se lo digo personalmente y no a través de los medios", señaló Fernández a El Diario de Cooperativa.
Consultado por su propio nivel de conocimiento respecto de situaciones de abuso, afirmó: "No puedo decir que haya estado enterado de algún caso que no haya sido enfrentado".
"Que vuelva a brillar la bondad de la Iglesia"
El hasta ahora obispo auxiliar de Santiago -que sucederá a uno de los prelados formados por el cura Karadima- señaló que espera ganarse la confianza de los fieles "con los hechos, con escuchar, con cercanía...".
"Creo que, en la herida grande que tenemos, que tiene que ver con los abusos, la Iglesia ha estado haciendo los procesos como corresponde, y esperemos que se lleguen a resolver todos los casos y que, de algún modo, vuelva a brillar toda la belleza y bondad que hay en la vida de la Iglesia, de las comunidades, y de la inmensa mayoría de los sacerdotes, que entregan con abnegación su vida al servicio de los pobres y del Evangelio", declamó.
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— Cooperativa (@Cooperativa) 29 de junio de 2018
Proceso Karadima "fue extremadamente lento"
Fernández señaló, para los casos específicos de los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati, que "ellos han reconocido que las cosas no han sido perfectamente bien hechas, que ha habido errores; (pues) cuando la Iglesia ha reconocido y ha pedido perdón, ellos están involucrados en eso también".
"Don Francisco Javier ha explicado en múltiples ocasiones que el proceso respecto a Karadima le fue extremadamente complejo realizarlo. Ciertamente yo comparto la opinión de muchos de que fue un proceso mucho más largo de lo conveniente o lo adecuado, (pero) claro; también sucede que cuando uno mira las cosas después de los hechos queda todo más evidente... Debió haber sido mucho más presuroso y rápido, y fue (en cambio) extremadamente lento", comentó.