La columna de Manfred Schwager: Sus años cuentan

Por Manfred Schwager, @mschwagerv.

Si todo sale bien, en la nueva temporada de la NBA veremos a cuatro jugadores que sobrepasan los cuarenta años. Todo un testimonio a la dedicación que han puesto en su desarrollo profesional, y también en los equipos en que han trabajado.

Probablemente el más simbólico es Dirk Nowitzki, que establecerá el récord de permanencia en un equipo con sus 21 temporadas en Dallas. Por si fuera poco, está quinto en el listado de partidos jugados, y quién sabe si se animará a disputar los 140 que lo separan del primer lugar.

Lo que sí sabemos es el gran aporte que ha sido Nowitzki. Su buena mano y juego perimetral ayudaron a establecer la revolución de los últimos años, con internos que se han atrevido a alejarse de la pintura y a desarrollar un rango de tiro que involucra sin problemas los de tres puntos. Anthony Davis, DeMarcus Cousins y Joel Embiid, entre muchos otros, han aprovechado la puerta abierta por el alemán en ese aspecto.

Pero además, Nowitzki cimentó la validación de los extranjeros –fundamentalmente los europeos– en la NBA. Antes que él hubo grandes exponentes foráneos, a los que sin embargo se miró con escepticismo; del propio alemán se dijo que era "demasiado suave" para Estados Unidos, calificativo que dejó en el olvido con lo hecho en cancha, con su título en 2011, y con su apuesta por cobrar menos para que los Mavericks puedan armar un mejor equipo.

Vince Carter es otro de los selectos integrantes de este grupo. A sus 41 años, el escolta compartirá en Atlanta con el novato Trae Young, que nació tres meses después que Carter fuera escogido en 1998. La movida es clara: sumar a un jugador experimentado, que fue reconocido como "mejor compañero" hace dos temporadas, y que sigue en buenas condiciones.

La contribución de Carter como jugador de rol es invaluable. En la última temporada sus promedios fueron ligeramente inferiores a los de su carrera: 40,3 por ciento de acierto en tiros de campo, 34,5 en triples y 75,7 en tiros libres, muy similares al finalista con Cleveland J.R. Smith o a un frecuente All Star como Carmelo Anthony.

También está Jason Terry, que tendrá en Milwaukee su vigésima temporada en la liga, y que junto a Nowitzki y Carter son los únicos basquetbolistas en actividad que tomaron parte en la NBA de los 90. También escolta, su aporte en el armado de jugadas y en lanzamientos le han permitido tener una extensa carrera, coronada con el título en 2011 y con el premio al sexto hombre en 2009.

Sólo resta por saber qué decidirá Manu Ginóbili, que mantiene su habitual silencio de vacaciones respecto a su continuidad en San Antonio. Más allá de los cambios que han vivido los Spurs, al argentino aún le queda juego para entregar a una franquicia en que se han tomado en serio el cuidado de sus veteranos, sin importarles las multas por darles descanso que ha impuesto la liga. Porque la evidencia es irrefutable: la experiencia de estos jugadores, muchas veces, compensa cualquier ventaja física que puedan entregar.