Tom Morello habló de la separación de Rage Against The Machine: Fue una falta de madurez emocional

Con la llegada del año 2000 también se vino encima una fatídica noticia para los fanáticos del rock: Rage Against The Machine optó por separarse, tras crear apenas cuatro discos y miles de conciertos.

Ahora, el guitarrista de la emblemática agrupación, Tom Morello, se sinceró sobre las razones que llevaron al cuarteto hacia el quiebre.

En conversación con "It's Electric", el programa del baterista de Metallica Lars Ulrich en Beats 1, Morello sostuvo que "me pondré a mí en primer lugar. Fue una falta de madurez emocional para poder tratarnos como persona".

"Tuvimos visión política y los shows nunca sufrieron, pero simplemente no pudimos ponernos de acuerdo en cosas y esos sentimientos desenterrados que hicieron difícil el hacer discos".

"Creo que hubo visiones distintas sobre cómo debían ser las cosas y sentimientos contrapuestos sobre cómo era estar en la banda, con los que no lidiamos", explicó.

Había una sensación de urgencia, según describe Morello, que lo dejó insensible a las perspectivas del resto de los integrantes, lo que contribuyó al quiebre.

"Mi versión del grupo era: 'Hagamos un disco cada seis meses. Seamos los Led Zeppelin políticos, derroquemos al gobierno y hagamos los mejores álbums que alguien haya hecho jamás... para el miércoles, ¡vamos!'", lanzó.

Y así confesó que "en esa búsqueda, no siempre fui sensible a las necesidades emocionales de los miembros de mi banda. Y todos tienen su rol en el tema, pero ahí es donde contribuí al caos que finalmente terminó con el grupo".

"Pero diré esto, mi versión del vaso medio lleno es: para una banda que tenía elementos extremadamente combustibles, el poder haber hecho cuatro discos, el poder haber tocado los shows que hicimos, creo que es un milagro", evaluó.

Zach de la Rocha, Tim Commerford, Brad Wilk y Tom Morello, entonces tomaron cada uno sus caminos, desarrollando distintas propuestas musicales. Pero en 2007 esas sendas los llevaron a un reencuentro que se extendió hasta 2011. No se crearon nuevos discos.

"Cuando nos reunimos en 2007, lo pasamos muy bien, nos divertimos en el escenario y fuera de él, jugábamos al ping-pong, salíamos. Para mí, se sentía que había mucha camaradería, pero una de las cosas que ayudó fue que sacamos de la mesa todo lo que había sido controversial antes: escribir música, hacer entrevistas, tener un manager. Todo eso", reflexionó.

Sin embargo, "pensamos: 'No vamos a hacer esas cosas'. Vamos a realizar shows, ser capaces de mirarnos a los ojos y pasar un buen rato, y no alguna de las cosas que generaron controversia".