Tribunal electoral vetó la candidatura de Lula da Silva
Juez instructor remarcó que Lula no podrá aparecer en los espacios de propaganda política del PT en ningún medio, incluida la televisión.
El ex presidente tiene cerca de un 40 por ciento de las intenciones de voto, seguido por el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Lula da Silva fue condenado a 12 años por corrupción y lavado de dinero.
Con cuatro votos contra uno -de manera preliminar-, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil vetó la candidatura presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva quien se mantiene en prisión tras ser condenado a 12 años por corrupción.
Hasta las 23:00 hora de Brasil, misma hora en Chile, cinco de los seis jueces ya habían manifestado su voto inclinando de manera contundente la balanza en contra del ex mandatario.
El juez Luis Roberto Barroso, instructor del TSE, propuso un plazo de 10 días al Partido de los Trabajadores (PT) para que reemplace a Lula como candidato presidencial, lo cual puede encumbrar a esa posición a Fernando Haddad, compañero de fórmula del ex mandatario.
Asimismo, subrayó que Lula no podrá aparecer en los espacios de propaganda política del PT en ningún medio, incluida la televisión, en la que la campaña de los candidatos presidenciales para las elecciones de octubre comienza este sábado.
Lula fue registrado como abanderado del socialista Partido de los Trabajadores (PT), pero el tribunal ha recibido 17 impugnaciones en contra, todas apoyadas en normas electorales que impiden postular a una persona con una condena confirmada en segunda instancia, como es su caso.
Según los sondeos, Lula tiene cerca de un 40 por ciento de las intenciones de voto, seguido por el ultraderechista Jair Bolsonaro, con cerca del 20 por ciento de las preferencias.
En el caso de que Lula no pueda participar, Bolsonaro lidera las encuestas, seguido por la ecologista Marina Silva, con 16 por ciento, y el socialdemócrata Geraldo Alckmin y el laborista Ciro Gomes con entre un 9 por ciento y 10 por ciento.
El líder político ingresó en prisión el pasado 7 de abril, condenado a 12 años por corrupción y lavado de dinero en asuntos vinculados a los escándalos en la estatal Petrobras, de los que se habría beneficiado con un apartamento de playa entregado en forma de comisión por una constructora, una acusación que la justicia consideró probada.
Desde entonces, alega inocencia y se dice víctima de una supuesta "persecución política" que tendría como objetivo impedir que vuelva al poder, algo que las encuestas de cara a las elecciones de octubre próximo indican que sería un hecho si pudiera postular.