Estados Unidos confirmó la muerte del líder del Estado Islámico en Afganistán
Abu Saad Orakzai, también conocido como Saad Arhabi, falleció en un bombardeo el pasado 25 de agosto.
Este es el tercer emir (líder) de la organización fallecido en ataques de Estados Unidos desde 2016.
"Estados Unidos y sus aliados están en Afganistán para mantener la presión sobre los terroristas transregionales", afirmaron desde el gobierno norteamericano.
Las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán confirmaron este domingo la muerte del líder del grupo yihadista Estado Islámico en el país, Abu Saad Orakzai, también conocido como Saad Arhabi, en un bombardeo el pasado 25 de agosto.
El ataque de las tropas estadounidenses se produjo en la provincia oriental de Nangarhar, donde la formación yihadista tiene su bastión en Afganistán, informó en un comunicado la misión de la OTAN en el país asiático, "Apoyo Decidido".
"Estados Unidos y sus aliados están en Afganistán para mantener la presión sobre los terroristas transregionales que pertenecen a redes y que están intentando planear, proporcionar recursos y atacar directamente desde aquí", afirmó el comandante de las fuerzas de EE.UU. y la OTAN, general Scott Miller.
Un día después del bombardeo el 25 de agosto, la principal agencia de inteligencia afgana, el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, en inglés), ya había dado por muerto al líder del Estado Islámico.
Tercer líder muerto desde julio de 2016
Orakzai es el tercer emir (líder) del Estado Islámico fallecido en ataques de EE.UU. desde julio de 2016.
En abril de 2017 murió el antiguo jefe en Afganistán, Abdul Hasib, en una operación de las fuerzas afganas y de EE.UU. en Nangarhar, tres semanas después de que Washington lanzase en la zona una de las bombas más potentes de su arsenal convencional con el objetivo de destruir uno de los últimos bastiones del Estado Islámico.
Apenas nueve meses antes, en julio de 2016, el anterior líder del grupo, Hafiz Sayed Khan, falleció en un bombardeo estadounidense también en Nangarhar.