La columna de Aldo Schiappacasse: La gira en pijamas
El comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa escribe desde Japón sobre la actualidad de la Roja.
Por Aldo Rómulo Schiappacasse, @AldoRomuloS. Foto: Photosport
A estas alturas de la historia, es intolerable que no supiera que en los hoteles de Japón el pijama viene incluido. No es de regalo, por supuesto, sino como las toallas o la bata. O sea, se usa, se deja y luego lo ocupará otro cliente. Debidamente higienizado, supongo.
En Sapporo, después de más de treinta horas de viaje, en una habitación triple dispuesta como single, están las chalas (que deben usarse para no andar por zapatos por la habitación, como lo dicta la tradición), el baño diminuto del que ya me habían hablado y los pijamas. Tres -uno por cada cama- de franela y color café pálido. No los usé por una razón simple: son para turistas promedio y yo habría necesitado uno para luchador de sumo.
Lo otro es más universal: todo el mundo en Japón anda pendiente del tiempo, pero no como en Chile donde queremos saber si el viernes llovizna o llueve, sino con la llegada del segundo tifón de la temporada. El Cimarrón, que azotó sus costas en julio, dejó más de 200 muertos y grandes inundaciones. Este año fue extremo, porque las temperaturas en el verano sobrepasaron los 41 grados, se convirtieron en las más altas de la historia y mataron más de veinte personas, en cifras oficiales que son puestas en duda.
Para las próximas horas se anuncia el monzón Jebi (que significa Golondrina en coreano) y que debería ser el más fuerte de los últimos 25 años. No llegará a Sapporo, aunque debería llover fuerte para la selección y eventualmente, lo sabremos luego, para la llegada de Arturo Vidal.
A Rueda ya se le cayeron dos de las cartas más comentadas de su nómina: Cimbi Cuevas y el Poeta Orellana, que venían a un test de capacidades para quedarse para siempre en la nómina. Fabián amparado por el recuerdo más dulce de su gol histórico frente a Argentina y el lateral tratando de cristalizar una promesa jamás cumplida, con paso por el Chelsea incluido.
Nada tan grave frente a la certeza de que Alexis Sánchez, en el decir de Mourinho, pidió ser excluido de este viaje para ganar terreno en el United. No es la primera y no será la última vez que nos pase, pero es bueno saberlo. No pidió el club que se le excluyera ni hay lesión para cuidar. Es la confianza del tocopillano lo que se busca recuperar, y si lo logra, será mejor para la selección que venir a esta gira, que incluye el pijama.