Fracasó el referéndum en Macedonia por falta de participación
La consulta alcanzó un 34 por ciento de participación, muy por debajo del 50 por ciento requerido para ser aceptada.
Esto bloquea las aspiraciones de la nación de enmendar sus relaciones con Grecia, principal detractor de su ingreso a la Unión Europea.
La consulta, considerada una herramienta fundamental para un eventual ingreso de Macedonia a la Unión Europea, dividió a la población de dicho país.
El referéndum sobre el cambio de nombre de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) ha fracasado por la escasa participación, y media hora antes del cierre de los colegios, tan solo habían acudido a las urnas en torno al 34 por ciento de los censados, casi veinte puntos por debajo del quórum requerido de un 50 por ciento.
A pesar de que la consulta sólo tiene carácter consultivo, el hecho de no haber alcanzado la participación mínima para ser considerada válida hace difícil que el gobierno pueda lograr el respaldo del Parlamento a la reforma constitucional necesaria para cambiar el nombre del país.
El líder del principal partido opositor, la alianza conservadora VMRO-DPMNE, Hristijan Mickoski, se abstuvo de votar por considerar que la pregunta del referéndum fue "manipuladora".
La pregunta no aludía directamente al nombre final que adoptará el país en caso de superar el proceso de ratificación, es decir, República de Macedonia del Norte, sino pedía a los ciudadanos que dijeran si apoyan o no "la integración en la Unión Europea (UE) y la OTAN al aceptar el acuerdo entre la República de Macedonia y la República de Grecia".
El acuerdo firmado entre los Gobiernos de Skopje y Atenas en junio pasado pretende poner fin a una disputa que se ha prolongado más de un cuarto de siglo y ha llevado a Grecia a boicotear la adhesión del país vecino a la Unión Europea y la OTAN. De su ratificación exitosa depende, por tanto, la tan deseada integración en ambas organizaciones.
En ambos países el compromiso firmado ha levantado ampollas entre los sectores más nacionalistas. En ARYM el rechazo es a aceptar una versión edulcorada del nombre que figura en la Constitución del país, República de Macedonia, a través de un calificativo geográfico.
En Grecia, en tanto, los nacionalistas no quieren aceptar que el país vecino utilice el término de 'Macedonia', que ven exclusivo de la región homónima en el norte del país.