Aumenta a 1.234 el número de muertos por terremoto y tsunami en Indonesia
Un potente sismo 7,5 Richter sacudió la isla de Célebes el viernes pasado, ocasionando un devastador maremoto.
Veintiséis países y dos organizaciones internacionales ofrecen asistencia al país asiático.
Las autoridades indonesias elevaron este martes a 1.234 la cifra de víctimas mortales que causó el terremoto de magnitud 7,5 y el posterior tsunami que golpearon la isla de Célebes el viernes pasado.
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, señaló en una rueda de prensa en Yakarta que además hay 799 heridos graves ingresados en distintos centros hospitalarios.
Sutopo informó de que 26 países y dos organizaciones internacionales ofrecen asistencia, pero no ofreció datos de las ONG que colaboran en la búsqueda y atención de las víctimas sobre el terreno.
El aumento de la cifra de muertos se debe a que los equipos de rescate han entrado en zonas que estaban inaccesibles desde el viernes, cuando se fraguó la catástrofe con un terremoto de magnitud 6,1 que mató a una persona e hirió a 20 y al que le siguió, tres horas después, el seísmo de 7,5 y el tsunami.
No obstante, Sutopo admitió que todavía hay áreas en esa parte de la región central de las Célebes en las que es difícil acceder: "Hay algunos sitios a los que no podemos llegar, pero no muchos. En Donggala por ejemplo hay algunos distritos donde tenemos que enviar suministros en helicóptero", corroboró a Efe en Palu el coronel Muhammad Thohir, del Ejército indonesio.
Palu es la capital de la provincia de Célebes Central, tiene una población de unas 350.000 personas, y es vecino del distrito de Donggala, con unos 277.000 habitantes; ambos están considerados las zonas más afectadas por el terremoto y el tsunami.
El coronel indicó que los suministros de carburante y agua potable están llegando, aunque aún son insuficientes para las necesidades de decenas de miles de afectados que lo han perdido todo.
Asimismo, se trabaja en restablecer el servicio eléctrico y el de las telecomunicaciones, y en reabrir las carreteras.
El militar afirmó que otras prioridades son hacer llegar comida a las personas que más lo necesitan, enterrar los cadáveres en las fosas comunes y garantizar la seguridad del aeropuerto, al que se prevé que desde mañana lleguen vuelos comerciales.