Denunciante de arzobispo Cox: Me daba besos en la boca, palmadas en el trasero
Abel Soto Flores acusa al sacerdote de haber abusado de él en reiteradas ocasiones: "No me violó pero faltó poco".
En Cooperativa reiteró que existió inacción por parte del obispo Bernardino Piñera.
"Después de 40 años logré sacarme esa gran mochila de encima y contar mi experiencia", dijo Flores.
Abel Soto Flores, denunciante del obispo Francisco José Cox, planteó en Cooperativa que "faltó poco" para que el religioso lo violara y reiteró que existió inacción por parte de Bernardino Piñera, tío del actual Presidente de la República.
En conversación con Una Nueva Mañana, Soto recordó que los hechos ocurrieron cuando "era acólito de la parroquia San Bernardo de Chillán Viejo y en esa época Cox se hacía cargo de la diócesis de Chillán (...) cada tres o cuatro meses iba a efectuar una misa y en esos encuentros él era muy afectuoso con nosotros".
"Primero partió con besos muy sencillos y después ya de frentón besos en la boca, las palmadas en el trasero y esto se fue replicando de manera permanente y constante", relató.
"Nos empezó a invitar a su casa, un departamento en que vivía (...) ahí se desarrollaron varias situaciones de abuso propiamente tal. A mí no me violó, no hubo violación de por medio, pero faltó poco", dijo Soto.
En relación con un posible encubrimiento por parte de Bernardino Piñera, Soto aseveró que "Bernardino Piñera trató de muchas maneras de evitar la actitud de Cox, pero ese tratar no era muy fuerte como para que Cox no siguiera haciendo lo que estaba haciendo".
El denunciante también precisó que decidió contar los hechos a través de su cuenta de Twitter luego de las palabras del papa Francisco en su visita al país, oportunidad tras la cual "Jaime Coiro, secretario de la Conferencia Episcopal, me escribe y me dice 'quiero ayudarte', nosotros te vamos a llamar para que hagas tu denuncia (...) todavía Jaime Coiro no me contacta".
"Un periodista de The Clinic me contactó para saber si yo quería salir a la luz y dije 'es hora'. Después de 40 años logré sacarme esa gran mochila de encima y contar mi experiencia", agregó.
Schoenstatt apunta a obispos
Representantes chilenos del movimiento apostólico Schoenstatt aseguraron que la Congregacion de Obispos pidió ingresar a Cox a uno de sus hogares.
Ante esto, el viceprovincial de Schoenstatt en Chile, Patricio Moore, manifestó que "la Congregación para los Obispos nos pidió a nosotros el año 2002 si lo podíamos aceptar en una casa nuestra y por eso está en esa casa, y actualmente sigue en esa casa porque ya no se puede mover, está bastante enfermo, con demencia senil, entonces yo creo que se va a quedar permanentemente ahí".
"Lo ideal sería que no estuviera ahí. Si es un caso real que se comprueba, evidentemente nosotros también tendremos culpa en eso", sostuvo.
"También tiene culpa la Congregación para los Obispos, que son los responsables de él", planteó.
Cabe recordar que Cox es investigado por la Congregación para la Doctrina de la Fe tras una nueva denuncia en su contra en Alemania.
Matías Cash, del consejo de sobrevivientes de abuso en Alemania, planteó que este hecho "demuestra una vez más que la Iglesia no es capaz de hacerse cargo de esos casos".
"Se dejó salir al obispo Cox de Chile sin investigación, sin juicio, se escondió en lo que nosotros pensábamos era un hogar de ancianos, es otro ejemplo más de que las autoridades estatales tienen que actuar en ambos lados, en Chile o en Alemania", dijo.
Por su parte, uno de los denunciantes de Cox, Hernán Godoy, expresó que es "vergonzosa, asquerosa la actitud de la Conferencia Episcopal, en el sentido de haber tapado todo esto y durante tantos años".
En tanto, el abogado Juan Pablo Hermosilla, de la Fundación para la Confianza, dijo que "es fundamental que declaren también los obispos de la época para que cuenten qué pasó".
Hermosilla exige responder "por qué si se acreditan estos abusos sexuales a menores lo único que hacen es trasladarlo y mandarlo a otro lado, donde vuelve a abusar de otra persona".