Japón descubrió más universidades que manipularon pruebas para admitir a menos mujeres
Esta información sale a la luz después de que la Tokyo Medical University admitiera manipular a la baja los resultados obtenidos por candidatas.
El objetivo del sesgo presuntamente fue para mantener el porcentaje de alumnas en torno al 30 por ciento del total de nuevos estudiantes.
El Gobierno nipón dijo este viernes que ha detectado nuevas universidades de Medicina en las que se manipularon los exámenes de acceso de mujeres para reducir su admisión, así como la de aspirantes varones que habían suspendido la prueba previamente.
Así lo recogen los resultados de unas inspecciones realizadas por el Ministerio de Educación de Japón en unas 30 universidades, en las que se apreciaron diferencias significativas respecto a las tasas de aprobación de mujeres y varones en los últimos seis años, reveló hoy su titular en una rueda de prensa recogida por la agencia Kyodo.
Educación encontró evidencias de que las pruebas de un número no revelado de centros fueron sesgadas en función del género y del registro de suspensos previos del aspirante, algo que el ministro, Masahiko Shibayama, calificó de "problemático".
Esta información sale a la luz después de que la Tokyo Medical University, una universidad privada de Medicina de Tokio, admitiera en agosto que manipuló durante más de una década los resultados de los exámenes de acceso para admitir a menos mujeres que varones.
El Ministerio de Educación planea profundizar en los casos y redactar un informe provisional este mes, así como inspeccionar "in situ" todas las universidades con departamentos médicos para elaborar un dosier antes de finales de año, indicó el citado medio.
Según una encuesta preliminar del Gobierno hecha en septiembre tras revelarse el caso tokiota, más varones que mujeres aprobaron los exámenes de ingreso en el 78 por ciento de los centros encuestados.
El objetivo del sesgo habría sido mantener el porcentaje de alumnas en torno al 30 por ciento del total de nuevos estudiantes para evitar una escasez de médicos en los hospitales afiliados, ante el argumento de que las mujeres japonesas suelen dejar de trabajar o ausentarse prolongadamente al casarse y tener hijos.
El escándalo del Tokyo Medical University que desencadenó las inspecciones salió a la luz mientras la fiscalía de Tokio investiga al mismo centro por las supuestas presiones ejercidas por un alto cargo del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología para que la universidad admitiera a su hijo bajo la amenaza de retirarle ayudas públicas, un caso también recogido por los medios locales.