Novelista china fue condenada a 10 años de cárcel por publicar escenas de erótica gay

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EFE

El censurado libro "Gongzhan", de la escritora Tianyi, relata la historia de amor prohibida entre un profesor y un estudiante.

 Pexels (Referencial)

Una escritora china fue sentenciada a 10 años de prisión tras publicar un libro que contiene escenas de erótica gay, lo que ha provocado gran indignación en el país asiático, donde las autoridades censuran el contenido homosexual al equipararlo con la pornografía o los abusos sexuales.

La novelista, apellidada Liu y conocida bajo el seudónimo Tianyi, fue condenada por un tribunal de la provincia de Anhui (en el este) debido a que su libro "Gongzhan", que relata la historia de amor prohibida entre un profesor y un estudiante, contiene "un comportamiento sexual obsceno entre hombres" y "actos sexuales pervertidos como violaciones y abusos".

Según un informe policial citado por el diario oficial Global Times, la Policía precisó que se han vendido más de 7.000 "ejemplares pornográficos" de la obra, de los que la autora ha obtenido "ganancias ilegales" de 150.000 yuanes (unos 14 millones de pesos) en muy pocos meses.

La sentencia, ya recurrida por la escritora, también ha sido criticada por algunos expertos, como el abogado Deng Xueping, que la consideró desproporcionada y exigió que se revise al estar basada en una interpretación judicial de 1998.

"Está alejada de todo los cambios que han tenido lugar en la sociedad", aseguró el abogado Deng Xueping al diario South China Morning Post.

Pese a que la homosexualidad es legal en China desde 1997 y fue desclasificada como un desorden mental en 2001, todavía una amplia mayoría de los chinos ve esta condición sexual como una enfermedad, mientras este colectivo, que en China está formado por unos 70 millones de personas, carece de cualquier tipo de protección.

La decisión judicial también ha provocado indignación en las redes sociales, donde los usuarios de Weibo, similar a Twitter, critican que otros delitos más graves como los abusos sexuales no reciben un castigo adecuado en el país asiático.