Alza de salarios en el mundo es "muy inferior" a niveles previos de la crisis de 2008
"Las primeras indicaciones sugieren que este lento crecimiento del salario continuará en 2018", estimó la OIT.
La brecha por género, en tanto, hace que las mujeres sigan percibiendo un salario 20 por ciento inferior al de los hombres.
La OIT informó que el crecimiento real del salario fue de 1,8 por ciento en el mundo en 2017.
El crecimiento mundial de los salarios reales fue el año pasado el más bajo desde 2008 y es muy inferior a los niveles previos a la crisis económica que estalló hace una década, mientras que la brecha por género hace que las mujeres sigan percibiendo un salario 20 por ciento inferior al de los hombres.
Así lo revela el informe sobre la evolución de los salarios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece que en los países ricos la diferencia de remuneración entre ambos sexos es más elevada en el extremo superior de la escala salarial.
Por el contrario, en los países de ingresos medios y bajos la diferencia de salarios entre hombres y mujeres es más fuerte entre los trabajadores peor pagados.
Sin embargo, más allá de esas diferencias, "la brecha de salario por género existe en todos los sitios, aunque su magnitud varíe considerablemente de un país a otro", dijo el director general de la OIT, Guy Ryder, al presentar las conclusiones del informe a la prensa.
"Las disparidades de remuneración por razones de género representan una de las mayores injusticias sociales de la actualidad, y todos los países deberían hacer esfuerzos por entender qué se esconde detrás de esto", sentenció.
Según las estadísticas procedentes de 134 países, los analistas de la OIT determinaron que el crecimiento real del salario fue de 1,8 por ciento en el mundo el año pasado, frente a un 2,4 por ciento en 2016.
Si los datos se desagregan entre países avanzados del G20 se encuentra que el crecimiento real de remuneraciones fue de 0,4 por ciento en 2017, lo que en la práctica indica un estancamiento, mientras que en los países emergentes -arrastradas hacia arriba sobre todo por China- la evolución fue de un 4,3 por ciento.
Ryder adelantó que "las primeras indicaciones sugieren que este lento crecimiento del salario continuará en 2018".
Las razones más obvias son el aumento de la competencia global, la pérdida de la capacidad de negociación colectiva por parte de los trabajadores y cierta incertidumbre sobre la marcha de la economía que desalienta las subidas de salarios en las empresas.
La desaceleración en los ajustes salariales no tiene relación con la productividad, con la tasa de desempleo o con el crecimiento de la economía, según la OIT.
En términos de brecha salarial por razón de género, una de sus razones objetivas es que "la maternidad genera una clara penalidad para las mujeres, ya que la diferencia de remuneración aumenta cuando las mujeres tienen hijos", recalco el responsable de la OIT.
"En cambio, para los hombres hay una especie de recompensa salarial por paternidad, es decir que los hombres con hijos tienden a ganar más que aquellos sin hijos", agregó.
Las mujeres también ganan menos como consecuencia de una "segregación ocupacional", que las coloca en las categorías de trabajos peor pagados.
La OIT propone que para revertir el efecto sancionador que tiene la maternidad, las mujeres deben tener mayor acceso a servicios de cuidado de niños.