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Sujeto que dejó tetrapléjico a otro tras ajuste de cuentas en Iquique fue condenado a 10 años de cárcel

Publicado:
- Periodista Digital:Daniela Esquivel, Cooperativa

Los hechos ocurrieron cuando el acusado cobró a la víctima un dinero adeudado.

Un disparo con salida de proyectil en la cabeza provocó que el afectado quedara postrado de por vida.

 Archivo Cooperativa

El hijo del acusado fue dejado en libertad por no acreditarse planificación del hecho.

Por el delito de homicidio frustrado fue condenado a 10 años de cárcel René Correa, luego que dejara postrado de por vida a su víctima tras propinarle un disparo en la cabeza causándole un daño neurológico permanente

Según lo expuesto durante el juicio por el fiscal Juan Zepeda, los hechos se remontan al 10 de noviembre del año pasado, cuando cerca de las 13:00 horas, mientras la víctima se encontraba junto a su pareja e hijo de visita en la casa de su madre, Correa arribó hasta dicha vivienda acompañado de su hijo, lugar en que sostuvo una discusión en plena vía pública con el afectado por el pago de una deuda.

Allí, el acusado extrajo un arma de fuego y, con la intención de darle muerte a la víctima, le disparó en la cabeza causándole una herida en el cráneo con salida de proyectil y TEC abierto de carácter grave, con riesgo vital inicial, lo que luego derivó en una tetraplejia y daño cerebral. 

Daño de por vida 

En el proceso declararon la madre y familiares de la víctima, quienes presenciaron los hechos y quienes además afirmaron haber visto durante varios días al acusado y su hijo preguntando por la pareja de la víctima para cobrarle un dinero que se le adeudaba. 

Además atestiguaron funcionarios policiales y el médico que atendió al afectado al momento de su llegada al Hospital Regional de Iquique, confirmando que a causa del daño sufrido, deberá necesitar apoyo de terceros de por vida para subsistir.

Finalmente el tribunal decidió condenar a la pena de 10 años de presidio mayor en su grado mínimo a Correa, desestimando la participación de su hijo en los hechos, ya que no se logró acreditar que el adolescente hubiera concertado la muerte de la víctima, sino que sólo habría acompañado a su padre a cobrar el dinero.