Por qué vemos "moscas flotantes" y cómo podemos tratarlas
Generalmente son manchas o hilos similares a una telaraña que ven algunas personas.
La mayoría de las veces no son nocivas, pero en algunos casos se puede tratar de un problema mayor.
"La existencia prolongada de unas pocas moscas flotantes no es motivo de preocupación", dicen especialistas.
¿Alguna vez has visto manchas oscuras o hilos oscuros o grisáceos similares a una telaraña? Tal vez se trate de la llamada "mosca flotante", que suelen aparecer con el movimiento de los ojos y generan la impresión de una rápida desaparición si se las quiere mirar directamente.
Las personas que requieren usar anteojos porque son cortas de vista, es decir, sufren de miopía, son más propensos a ver las "moscas flotantes", así como en los mayores de 50 años o aquellos que han sufrido algún traumatismo ocular o una inflamación dentro del ojo.
"La existencia prolongada de unas pocas moscas flotantes no es motivo de preocupación, porque la mayoría de ellas se deben a cambios que ocurren a medida que la sustancia gelatinosa (vítreo) dentro del ojo se vuelve más líquida. Según esto ocurre, las fibras minúsculas dentro del vítreo tienden a agruparse y pueden proyectar sombras diminutas sobre la retina", explica el doctor Amir Khan de la Clínica Mayo.
Sin embargo, aunque generalmente este problema no es nocivo, no todas las "moscas flotantes" se agrupan de forma inocua en el vítreo: por ello, cuando aparecen nuevas vale la pena ir donde un optómetra o un oftalmólogo para que las analice mediante un examen con dilatación del ojo.
"Si nota un aumento repentino en las moscas flotantes en un ojo y, en particular, si ve destellos de luz o pierde la visión periférica (...) busque atención médica pronto (...) Ese cambio puede ser la señal de que se ha desprendido la retina en la parte posterior del ojo, o de que está sucediendo", sostiene el especialista.
Tratamientos
Una de las opciones de tratamiento es someterse a una cirugía para extraer el vítreo y reemplazarlo con un preparado que ayuda a conservar la forma del ojo, no obstante, tiene sus riesgos, como sangrado y desgarre de la retina, y es posible que no pueda retirar todas las moscas flotantes.
La otra alternativa es la terapia con láser, cuyo rayo se utiliza para romper las "moscas flotantes" y hacerlas menos notorias, tratamiento del cual aún no se conocen todos sus peligros.