Benjamín Vicuña y la pérdida de su hija: "Desde ese día mi vida se partió en dos"
El actor habló del profundo dolor que significó la muerte de Blanca.
Un golpe durísimo, el más fuerte que puede recibir un padre y una madre. La muerte de la pequeña Blanca cambió la vida de Benjamín Vicuña para siempre.
El actor no está acostumbrado a hablar mucho del tema, pero en conversación con revista Caras expresó en profundidad lo que significó esa pérdida. "Desde ese día mi vida se partió en dos y obvio que eso te hace ver las situaciones de una forma distinta. Pasa el tiempo y cada uno tiene su forma de vivir el duelo y de asimilar algo que es imposible de entender", sostuvo.
Bajo esa índole, señaló cómo volvió a revivir ese momento tras la tragedia que golpeó a Leonor Varela. "La muerte de Matteo hace unas semanas, hijo de Leonor y Lucas (Akoskin) fue terrible. Me escribieron, tuve un diálogo privado con ellos y es durísimo; te transformas en una especie de ministro del dolor. Volví a vivir esa desesperación de no poder respirar, de no entender nada".
Respecto a su manera para sobrellevar el dolor, sostuvo que sus hijos son la clave. "La pulsión de la vida, sentirla ayuda mucho. También mirar a mis hijos; en ellos veo a Blanca. Y con un trabajo espiritual y terapéutico en el cual creo y no abandoné. El teatro también... Luego de que partió Blanca, lo primero que hice fue hacer teatro con Daniel Veronese con Los elegidos, que significó abandonarme por un rato, lo que fue fundamental. Estaba viviendo el peor dolor de mi vida y ponerte en lugar de otro, te desdobla; algo maravilloso que me regala mi oficio. Es un camino personal".
"Como fue público lo de Blanca, cambió muchas vidas. Así lo percibí y así me lo hicieron ver miles de personas que me escribieron contándome sus experiencias. En un momento sentí que debía agradecer esa ola de cariño que viví hace seis años. Si bien guardo mis grandes secretos, mi intimidad y sufrimiento, de a poco he ido soltando y compartiendo mi dolor como ahora en esta entrevista. Es agradecimiento a tanto amor y cariño que recibí en el momento más difícil de mi vida", esbozó.
Finalmente, sobre si el tiempo ayuda en la fortaleza, fue claro. "La pena no te abandona nunca, ocupa un lugar y aprendes a convivir con ella. Hay que entender que esto es un maratón muy largo, debes aprender a dosificar la pena para que no te invadan las crisis de pánico que te paraliza. Y permitirse llorar, pasarlo mal", dijo.