Obispos chilenos valoraron la "lúcida y fecunda" reunión con el papa
Integrantes de la Conferencia Episcopal de Chile sostuvieron una encuentro con el pontífice que incluyó un almuerzo y se extendió por tres horas.
La cita se dio cuando se cumplió un año de la visita de Francisco a Chile, que cambió el panorama de la crisis por abusos en la Iglesia de nuestro país.
Según la Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati sigue siendo el arzobispo de Santiago.
Desde la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) valoraron la "lúcida y fecunda" reunión que sostuvieron este lunes con el papa Francisco en el Vaticano, cita de carácter privado donde abordaron las medidas de la Iglesia chilena ante las denuncias por abusos sexuales.
En el encuentro participaron los obispos Santiago Silva, presidente de la CECh; René Rebolledo, vicepresidente; Fernando Ramos, secretario general; el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y Juan Ignacio González.
La reunión se inició a las 11:00 horas de Roma (07:00 hora chilena) y concluyó cerca del mediodía, tras lo cual el papa los invitó a almorzar, por lo que conversación que continuó desde las 13:00 hasta las 15:00 horas en la casa Santa Marta.
"En el diálogo que tuvimos con el papa hicimos un repaso junto con él de los hechos, acontecimientos e importancia que ha tenido la Iglesia chilena, todas las iglesias chilenas, este último año", comentó Ramos.
"Fue un diálogo bastante preciso, bastante lúcido, con aportes del papa muy importantes también, y después le expusimos un poco el camino que estamos siguiendo para este año 2019. El papa nos hizo varias sugerencias, bastante interesantes, que notan una preocupación y un cariño muy grande por la Iglesia chilena", valoró.
Posteriormente, en conferencia de prensa complementó los detalles de la reunión, la que calificó como "muy fecunda".
Pese al tono "cordial" del encuentro, "no consideramos que la situación está superada", admitió Ramos, puesto que "viene el encuentro de febrero que creemos va a ser muy importante para la Iglesia universal y la Iglesia chilena, de poder alinearnos todos en poder combatir este flagelo con dedicación y claridad".
Respecto a la situación de Ezzati, confirmó que sigue siendo "el arzobispo de Santiago, tiene 77 años, a los 75 años todos los obispos tiene que presentar su renuncia, él la presento y el Santo Padre verá el momento en que se nombrará un sucesor".
Balances a un año de la visita del papa
Esta cita se dio en momentos que se cumplió un año desde la visita de Francisco a Chile, que propició avances para enfrentar la crisis en la Iglesia chilena, así como mantiene otros asuntos pendientes.
Juan Carlos Cruz, denunciante del caso Karadima, valoró que "los cambios han pasado porque el papa ha tomado medidas y porque el laicado ha hecho y ha sostenido la Iglesia", mientras que "los obispos son los grandes ausentes, tienen cero credibilidad".
"Para mí es muy importante que yo no sea una excepción de que tuvimos la oportunidad de hablar con el papa. Hay miles de hombres y mujeres, no sólo en Chile, sino que en todo el mundo, que se merecen respeto, justicia, reparación, verdad", manifestó.
El vocero de los laicos de Santiago, Osvaldo Aravena, resaltó que "el principal cambio es que el laicado se puso de pie, el laicado se comenzó a organizar y es el laicado el que ha empujado un poco esto de lo que el mismo papa ha señalado, de una vez por todas cambiar lo que ocurre en la Iglesia Católica".
"Hoy los laicos están organizados, tuvieron un sínodo laical. Ya no hay vuelta atrás, el resultado más positivo de lo que ha sido desde que el papa Francisco nos visitó hace un año", subrayó.
No obstante, hay algunos aspectos pendientes como el protocolo de colaboración con la Fiscalía que anunció la CECh tras su asamblea de agosto pasado, así como las críticas del fiscal nacional, Jorge Abbott, a la entrega parcial de información de parte de lo solicitado via exhorto al Vaticano, como el informe Scicluna.
Las renuncias
La audiencia de hoy con el papa, solicitada por la CECh en noviembre pasado, tenía como fin informarle "el caminar recorrido por la Iglesia en Chile" desde el encuentro que sostuvo en mayo del año pasado cuando el pontífice convocó a los 34 obispos chilenos al Vaticano, los que presentaron su renuncia en bloque y reconocieron que habían cometido "graves errores y omisiones" ante la crisis por los abusos sexuales que cometieron durante décadas miembros del clero chileno.
Sobre esto, el secretario general de la CECh explicó que "para el papa todos los obispos estamos en funciones (...) Las renuncias escritas en la iglesia pierden vigor a los tres meses. Él considera que estamos todos en funciones, cumpliendo nuestra tarea y que se hubiese la necesidad de abordar algún caso en particular lo abordaría directamente con el interesado".
Sin embargo, Ramos sostuvo que no se debe considerar que la situación está absolutamente superada.
En este marco, el sacerdote Eugenio de la Fuente, víctima de abuso de conciencia y uno de los religiosos recibidos por Francisco a mediados del año pasado, explicó que la renuncia en bloque fue para dejar al papa en libertad de acción.
"El espíritu de esa acción fue, justamente, el de dejarlo a él en libertad de acción para que en este proceso, que es absolutamente de corto plazo, el papa pudiera ir haciendo los cambios necesarios sin tener que recurrir a los objetos jurídicos para hacer efectivas las renuncias. En ese sentido el espíritu fue poner los cargos a disposición en el contexto de la crisis que estamos viviendo, cuyo desarrollo está plenamente en curso", detalló De la Fuente.
Hoy, a 10 meses de las renuncias, se mantienen ocho administradores apostólicos en distintas Diócesis a lo largo de Chile, demostrando cierta lentitud en el nombramiento de sucesores.
No obstante, para el administrador de la Diócesis de Puerto Montt, Ricardo Morales, "este proceso no es un proceso corto, implica mucha convicción de todos en la Iglesia, desde la jerarquía hasta los fieles laicos, y esa convicción es un proceso que no termina en un año. El nombramiento de los administradores apostólicos le permite al papa mucha libertad, porque en el fondo, cuando quiera nos saca, y esto permite también agilizar aquellas reformas que son necesarias hacer".
Por su parte, su homólogo de Talca, Galo Fernández, considera importante que se nombren obispos permanentes.
De acuerdo con el último balance del Ministerio Público, hay 148 investigaciones en curso relacionadas con abusos al interior de la Iglesia Católica chilena, que consideran a 255 víctimas e indagan a 202 personas relacionadas con el clero, entre ellos 119 sacerdotes y ocho obispos.
"Fueron a seguir mintiéndole al papa"
Para Sebastián del Río, denunciante de abusos sexuales ocurridos en la diócesis de Valparaíso, los obispos se reunieron con el papa para seguir con sus mentiras.
"Los obispos de Chile llevan años mintiendo. No podían decir que el papa les tiró las orejas ni ninguna de esas cosas. Mi impresión es que los obispos chilenos fueron a seguir mintiéndole al papa, a hacerle creer que ellos han hecho esfuerzos renovados, y que en lo más absoluto coincide con la realidad", indicó.
"Las víctimas de abusos eclesiásticos seguimos siendo maltratadas", remarcó Del Río.