Los planes que estudian las autoridades para prevenir incendios forestales
El objetivo es fomentar las campañas preventivas, el aumento de trabajos comunitarios entre organismos y la implementación de educación ambiental.
Chile participó de una convocatoria para fortalecer la alianza latinoamericana preventiva junto a otros países de la región.
Chile ha sufrido por años, la quema de un promedio de más de 58 mil hectáreas de terrenos anuales por incendios forestales, generando problemas ambientales, económicos y sociales.
Según datos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), el 99 por ciento de los incendios forestales es causado por conductas humanas irresponsables como negligencias, quemas no autorizadas o incendios intencionados en zonas de altas temperaturas, fuertes vientos y sequía (condición extrema que ha afectado por nueve años a las regiones del centro-sur del país).
El objetivo del organismo es fomentar las campañas preventivas a lo largo del país, el aumento de trabajos comunitarios entre organismos y la implementación de educación ambiental que permite trabajar con niños y habitantes para concientizar y enseñar protocolos de conductas.
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, se refirió a la importancia de tener un plan comunitario de prevención y expresó que "tenemos que trabajar con los alcaldes, gobernadores e intendentes. Hacemos trabajos muy efectivos en conjunto con Conaf y las juntas de vecinos, donde se trabaja todo el invierno para la prevención (...) Hemos hecho un esfuerzo muy grande para estar un 65 por ciento más abajo de superficies afectadas de lo que tuvimos como promedio del quinquenio".
Para la temporada 2018-2019, el Gobierno contemplará 53 mil millones de pesos -en comparación con los casi 42 mil millones destinados en el periodo anterior- para el aumento de planificaciones estratégicas de prevención -sobre todo en zonas vulnerables-, recursos aéreos y terrestres, brigadistas y nuevas tecnologías para su posterior combate, influido por las condiciones meteorológicas extremas que enfrenta el país.
Cambios climáticos extremos
El jefe del Departamento de Prevención de Incendios Forestales de Conaf, Rolando Pardo, expresó a Cooperativa que "el cambio climático es un factor importante de cómo tenemos que previsualizar la gestión preventiva, asociado al aumento de temperaturas, cambios de direcciones de viento erráticas y condiciones meteorológicas (...) además de cómo está dispuesta la cantidad de combustible vegetal que rodea los sectores rurales de nuestro país".
Pardo también señaló que se pueden adaptar a los cambios meteorológicos mediante el manejo de construcción de viviendas rurales -para evitar tener un alto riesgo de siniestros- junto a los trabajos preventivos de conductas y mitigatorios en viviendas, algo que aún falta implementar y difundir en su totalidad.
La coordinadora del Área de Campañas de Greenpeace, Estefanía González, enfatizó en la urgencia de no solamente hacer campañas de prevención, sino que tomar medidas a nivel global para concientizar a la población de que vivir bajo un sistema de desarrollo que apuesta por energías sucias genera cambios climáticos que van provocando desastres como incendios forestales, inundaciones, olas de calor, sequías extremas y la afectación de la biodiversidad.
Trabajos internacionales preventivos
En el caso de Sudáfrica, España y Estados Unidos, usan un sistema de prevención similar al de Chile para enseñar conductas educativas a sus habitantes e incluyen la obligatoriedad de despeje de vegetación en alrededores de las viviendas e instalaciones a prueba de fuego.
Por otro lado, nuestro país participó de la convocatoria para fortalecer la alianza latinoamericana de prevención de incendios forestales junto a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, destinada al intercambio de experiencias y protocolos de acción de estos siniestros, entre los que destacaron protocolos de intervención en tiempos en que no existe emergencia, además de políticas de mayor inversión y de colaboración en la región.
En estos últimos días se dio a conocer la nueva estrategia que adoptó Portugal, al realizar una campaña educativa dirigida a los niños con el fin de llegar a los adultos. La iniciativa busca plantar más de cinco mil árboles de diferentes especies para sustituir a pinos y eucaliptos, reconocidos como responsables de la resequedad de los suelos, una alternativa que podría adoptar nuestro país para fomentar aún más la reforestación y la conciencia ciudadana.