Devoción pura: La Quinta Vergara se rindió a los pies de Marco Antonio Solís
El romanticismo y los éxitos del cantautor mexicano se apoderaron de la cuarta fecha del Festival de Viña del Mar 2019.
Para concluir esta velada, los animadores le hicieron entrega de las llaves de la Ciudad Jardín.
Los chilenos se rindieron a los pies del cantautor mexicano Marco Antonio Solís, que esta noche cantó sus baladas más melancólicas a un público que desbordó la Quinta Vergara en el Festival de Viña del Mar, en una actuación que también pegó a la mitad del país a las pantallas de sus casas.
Vestido todo de blanco y con una chaqueta de tachuelas, Solís iluminó a todos los presentes con sus cantos profundos que intercaló con sus más grandes éxitos.
Solís saltó al escenario junto a seis bailarinas que le acompañaron en otros temas movidos, con un vestuario distinto para cada uno de ellos, pero las primeras canciones marcaron el tono nostálgico de la velada con "Invéntame" y "Dios bendiga nuestro amor".
"Nos hace mucha falta expresar más. Nos guardamos cosas que nos hacen daño, como la culpa o el resentimiento. La música sirve para sacarlo", dijo al público con un áurea de predicar que le acompañó toda la noche.
Sus gestos reposados y su mirada serena cautivaron desde el inicio al público que le regaló su primera gran ovación con "Se va muriendo mi alma".
El artista, que es la sexta vez que pisa el escenario del anfiteatro de Viña del Mar, sabe que el público chileno, que disfruta mucho cantando y bailando la música mexicana, siempre le da una buena acogida.
Solís también se dirigió a los espectadores chilenos, que llegaron a una audiencia máxima de 45 por ciento con su actuación, pero también al resto de países de la región que visionan el Festival de Viña del Mar, el más grande de Latinoamérica, desde sus pantallas.
"Saludos a Perú, Panamá, Colombia, Argentina y también Venezuela" dijo mirando a la cámara y leyendo los múltiples carteles que el público portaba con sus lugares originarios.
Con "Tú me vuelves loco" hizo que el público por fin se levantara de sus asientos y continuó con "Y a dónde vamos a parar".
El cantante también exhibió sus temas más folclóricos, entre ellos su reciente sencillo "Si me puedo quedar", en los que se puso un sombrero mexicano, junto a muchas personas del público que le correspondieron poniéndose el que llevaban.
Los oyentes de la Quinta Vergara, en el que destacaba el público femenino, también mostraron cientos de carteles con mensajes de cariño al cantante.
El artista, que cuenta con 43 años de carrera, no olvidó sus temas más emblemáticos del grupo "Los Bukis", el que creó junto a su primo y que, según expresó esta noche, fue el "pasaporte" que le llevó a "muchos lugares".
"Como fui a enamorarme de ti" y "Tu cárcel", una de las canciones más esperadas en las que se atrevió a cambiar la letra para afirmar que "en Viña se está re bien" con un homenaje a esta ciudad que acoge la 60 edición de este festival.
"La música tiene una trascendencia más importante de lo que yo creía. Está comprobado que la música nos cura, nos alivia", dijo ante un público que coreó y se emocionó con sus grandes canciones de amor.
Solís también aprovechó su gran noche para presentar al público chileno a sus dos hijas Marla y Alison, que se están iniciando en el mundo de la música, y que le acompañaron en otro de sus grandes éxitos, "Dónde está mi primavera".
El cantautor mexicano enfiló el final de la noche con sus temas imprescindibles "Si te pudiera olvidar" y "Si no te hubieras ido".
Para concluir esta velada, los presentadores le hicieron entrega de las llaves de la ciudad de Viña, una distinción única entre las habituales gaviotas de plata y oro, que reciben los artistas invitados a este festival.
En la parrilla programática de la sexagésima edición del Festival de Viña del Mar destacan los conciertos de los Backstreet Boys, Raphael, Becky G y Bad Bunny, entre muchos otros.