Eutanasia: Celestino Aós expuso "visión de la Iglesia" en cita con Sebastián Piñera
"Hemos tratado temas valóricos, temas religiosos, de los que están ahora mismo en la agenda", declaró el religioso.
El encuentro se extendió por cerca de una hora.
El administrador apostólico de Santiago, Celestino Aós, expuso la "visión de la Iglesia" sobre la eutanasia en la reunión que sostuvo este martes en La Moneda con el Presidente Sebastián Piñera.
Tras la cita, Aós comentó que "hemos tratado temas valóricos, temas religiosos, de los que están ahora mismo en la agenda, como el tema de la vida, el de la muerte, porque como ustedes saben, se está también presentando un proyecto y discutiendo el tema de la eutanasia, y de la visión que nosotros tenemos como personas creyentes y de la mía".
El religioso también apuntó que "hemos hablado del deseo de que Chile vaya prosperando y vaya siendo cada vez un país donde el mal no esté presente, donde desaparezca la corrupción, la violencia, todas esas cosas que aparecen en la Iglesia católica".
La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó la semana pasada las tres causales determinadas para solicitar la eutanasia en Chile: Cuando el paciente tenga dolores o enfermedades de carácter incurable; cuando su situación médica presente una disminución irreversible de sus capacidades; y cuando la enfermedad ocasione dolores físicos persistentes e intolerables.
"La Iglesia no es un gueto"
Aós, quien no informó si habló con el Presidente sobre los abusos cometidos por diversos sacerdotes, afirmó tras salir de La Moneda que "la Iglesia Católica no es un gueto cerrado ni somos un grupo que está al margen de la sociedad chilena, somos parte de la sociedad chilena".
"Hemos hablado del deseo de que Chile vaya prosperando y vaya siendo cada vez un país donde el mal no esté presente, donde desaparezca la corrupción, la violencia, todas esas cosas que aparecen (también) en la Iglesia Católica", agregó.
Aós fue designado por el papa Francisco en la arquidiócesis de Santiago el pasado 23 de marzo, después de aceptar la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati, quien se encuentra imputado por haber encubierto presuntamente casos de abuso sexual.