Buzo que no subió al avión accidentado en Puerto Montt: Dios me regaló otra oportunidad
Daniel Aguilar es de la localidad de Quenuir y lo llamaron para que no subiera a la aeronave.
Daniel se considera un sobreviviente de la tragedia
"Dios me regaló otra oportunidad de vida". Lo dice con fuerza Daniel Aguilar, trabajador de la empresa Camanchaca que no abordó el avión que cayó este martes en Puerto Montt.
Él es de la localidad de Quenuir, comuna de Maullín y es uno de los tres pasajeros que no tomaron el fatídico vuelo de la empresa aérea Archipiélago que cayó a la salida del aeródromo La Paloma.
Al recordar el día del accidente contó que el lunes en la noche su jefa lo llamó por teléfono para avisar que lo habían bajado del vuelo porque no había cupo en el avión. Agregó que "todavía ella no entiende cómo pasó eso porque el vuelo no estaba completo. De ahí me nace el pensamiento de que Dios tomó los medios para que yo no estuviera en ese vuelo".
El relato de Daniel continúa: dice que el martes se levantó tarde y de pronto una amiga lo llamó para decirle que viera las noticias. "Estuve tranquilo de primera porque pensé que no era la línea donde yo iba a viajar, pero cuando se supo que era la línea Archipiélago quedé choqueado y estuve toda la mañana mal, porque sabía que había conocidos míos, como Gonzalo Navarro, que es del mismo pueblo donde yo vivo y es mi amigo".
Dice creer que Dios puso su mano para que no esté en el vuelo, aunque "lamentablemente el destino de uno no puede ser para todos. Pero Dios me regaló otra oportunidad, por eso ahora estoy procesando todo lo que ha pasado y estoy empatizando con la familia".
En cuanto si va a poder retomar su trabajo y si va a tener miedo a volar dijo que "yo creo que ahora el temor de viajar va a ser pan de cada día y espero que el tiempo pase rápido para que pueda estar tranquilo y esperando que se normalicen los vuelos para poder volver a Ayacara".