Ejército colombiano frustró un nuevo atentado del ELN
El ataque pretendía ser realizado en la Ruta del Sol, una carretera que conecta al centro de Colombia con la costa Atlántica.
Fueron detonados dos explosivos "de manera controlada".
"Tenían cómo principal objetivo atentar contra la vida de la población civil", según el Ejército.
Las autoridades colombianas frustraron un atentado que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) pretendía perpetrar con explosivos contra "la población civil" en una carretera del departamento caribeño del Cesar.
Este hecho ocurre durante el cese unilateral del fuego que el ELN anunció y que comenzó a las 00:00 horas (01:00 hora de Chile) del domingo de ramos y finalizaría el próximo 21 de abril a la medianoche.
Según detalló el ejército en un comunicado, el atentado fue frustrado en la Ruta del Sol, una carretera que conecta al centro de Colombia con la costa Atlántica, en una zona del municipio de Curumaní, que hace parte del Cesar, tras recibir el aviso de la comunidad.
La información agregó que fueron detonados, "de manera controlada", dos explosivos que "tendrían cómo principal objetivo atentar contra la vida de la población civil que transita por este sector, además de las tropas del ejército nacional y la policía de carreteras".
El cese el fuego era la primera señal de paz que enviaba esa guerrilla desde el pasado 17 de enero, cuando perpetró un atentado contra la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander en Bogotá, en el que murieron 22 policías, entre ellas una ecuatoriana, además del atacante.
"Nunca les hemos creído su cese al fuego"
Sin embargo, el gobierno recibió con escepticismo el anuncio e incluso el ministro de Defensa, Guillermo Botero, afirmó esta semana que "nunca les hemos creído su cese al fuego".
Esto después de que esa guerrilla cometiera dos ataques entre el sábado y martes pasados contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los principales de Colombia, en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
Esos ataque provocaron la contaminación con crudo del río Tibucito y Pozo Azul, un reconocido sitio turístico de esa región del departamento de Norte de Santander, y dejaron sin el suministro de agua potable a más de 30 mil personas del municipio de Tibú.
El año pasado, la infraestructura petrolera colombiana sufrió 107 atentados, de los que 89 afectaron al Oleoducto Caño Limón-Coveñas y 18 al Transandino.