Los demócratas, ante el dilema de llevar a juicio a Trump

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Desde la oposición estadounidense no descartan iniciar un proceso de destitución contra el mandatario, aunque se muestran pesimistas de que pueda prosperar.

El Partido Demócrata debate entre iniciar o no un "impeachment" tras la publicación del informe de la investigación sobre la trama rusa.

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La versión censurada del Informe Mueller suscita dudas sobre una posible obstrucción a la Justicia del presidente Donald Trump.

Los demócratas se debaten entre iniciar o no un juicio político contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, tras la publicación de una versión censurada del informe de la investigación sobre la trama rusa, que suscita dudas sobre una posible obstrucción a la Justicia del mandatario.

Así lo expresaron este domingo dirigentes del Partido Demócrata, como los jefes de dos comités de la Cámara Baja del Congreso, Adam Schiff y Jerrold Nadler.

Schiff, que está al frente del Comité de Inteligencia de la Cámara de los Representantes, no descartó que los demócratas inicien un proceso de destitución contra Trump, aunque se mostró pesimista de que pueda prosperar.

Los republicanos "están dispuestos a llevarle el agua al presidente independientemente de que la conducta del presidente pueda ser corrupta, inmoral y deshonesta", opinó Schiff en una entrevista a la cadena de televisión ABC News.

"Sin embargo -subrayó-, puede que emprendamos un proceso de destitución. Creo que como caucus vamos a decidir qué es lo mejor para el país".

"Entonces tendremos que decidir ¿Aun así vamos a un proceso de destitución, porque de lo contrario sería una señal de que de alguna manera la conducta de este presidente está bien, o decidimos que es mejor hacer la supervisión en el contexto de audiencias de supervisión por varios comités (del Congreso) en vez de un proceso de destitución formal?", reflexionó.

Schiff hizo hincapié en que la decisión va a ser "muy significativa".

"Es mucho peor que cualquier cosa que hizo Nixon"

El Departamento de Justicia publicó esta semana una versión censurada del informe elaborado por el fiscal especial Robert Mueller sobre su investigación acerca de los presuntos lazos entre miembros del equipo electoral de Trump y Rusia durante la campaña para los comicios presidenciales de 2016, y la posible obstrucción a la Justicia del mandatario.

El documento concluye que no hay "pruebas suficientes para apoyar cargos criminales" relacionados con los "numerosos contactos entre individuos vinculados al Gobierno ruso" y la campaña de Trump, pero arroja dudas sobre una posible obstrucción a la Justicia.

Schiff consideró que, "en particular, la obstrucción a la Justicia en este caso es mucho peor que cualquier cosa que hizo (el expresidente) Richard Nixon. El hackeo de los rusos a instituciones demócratas, un adversario extranjero mucho más significante que 'fontaneros' asaltando la sede demócrata..."

"Por tanto, sí, diría que en todos los sentidos esto es más significativo que Watergate", zanjó.

Por su parte, Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, dijo que si se demuestra una posible obstrucción a la Justicia por parte de Trump, podría ser motivo de un proceso de destitución del mandatario, en declaraciones a la cadena NBC.

"Sí, si se prueba, hasta ahora no ha sido probada (la obstrucción a la justicia)", respondió Nadler a una pregunta sobre si se podría iniciar un procedimiento para destituir a Trump.

"La obstrucción a la Justicia sería enjuiciable políticamente. Vamos a ver a dónde nos llevan los hechos", añadió.

Warren lidera petición de "impeachment"

Tras la publicación del informe, de más de 400 páginas y con numerosas tachaduras, la única demócrata que ha pedido claramente un "impeachment", como se denomina en inglés el proceso de destitución, ha sido la senadora y precandidata de su partido a la Presidencia, Elizabeth Warren.

La política instó hace dos días a la Cámara de Representantes a iniciar el juicio político por la "gravedad" de las revelaciones incluidas en el informe de la trama rusa.

Al disponer de la mayoría, los demócratas podrían comenzar el proceso de destitución en la Cámara Baja, donde su aprobación solo requiere de mayoría simple, pero fracasaría con toda probabilidad en el Senado, controlado por los republicanos.

En la Cámara Alta, al menos 20 de los 53 senadores republicanos deberían votar en contra de Trump para alcanzar los dos tercios que permitan que el procedimiento de destitución triunfe, lo que abriría el paso a la Presidencia al ahora vicepresidente, Mike Pence.

El cargo de obstrucción a la Justicia estuvo también detrás del intento de juicio político al expresidente Bill Clinton (1993-2001) y de la dimisión de Nixon (1969-1974), que abandonó la Casa Blanca ante la certeza de enfrentarse a un proceso de este tipo.