Primer ministro australiano calificó su reelección como un "milagro"
El liberal-conservador Scott Morrison reiteró su agradecimiento por el apoyo que desafió a los sondeos.
En su lugar, las proyecciones le daban el triunfo al candidato del Partido Laborista, Bill Shorten.
"Siempre he creído en los milagros", dijo Morrison en un discurso triunfal en Sidney
El primer ministro australiano, el liberal-conservador Scott Morrison, reiteró su agradecimiento por el apoyo en las elecciones de este sábado que le garantizaron mantener las riendas del poder.
Antes de ingresar a su iglesia habitual, Morrison envió su mensaje a los electores a través de la prensa hoy domingo, luego de que anoche describiera su victoria en las urnas como un "milagro", pues desafió a los sondeos, que le daban en su lugar el triunfo al opositor Partido Laborista.
"Siempre he creído en los milagros", dijo en un discurso triunfal en Sidney, donde agradeció el apoyo de la "Australia silenciosa" y dedicó su triunfo a los australianos que quieren encontrar un trabajo, emprender un negocio, comprar una casa o empezar una familia.
Morrison ha recibido las felicitaciones de otros mandatarios, como es el caso del presidente estadounidense, Donald Trump, quien destacó la importancia de la alianza entre Washington y Camberra.
En tanto, el Partido Laborista comienza a debatir cuál será su futuro tras la dimisión de su líder Bill Shorten en la misma noche de su derrota, y ya se empiezan a barajar nombres como la número dos del partido, Tanya Plibersek, así como los "pesos pesados" Anthony Albanese y Chris Bowen.
¿Mayoría simple o absoluta?
Según la Comisión Electoral Australiana, la coalición Liberal-Nacional liderada por Morrison puede obtener 76 escaños y el Partido Laborista, 69, mientras que tres partidos minoritarios y tres legisladores independientes habrían logrado un diputado cada uno en la Cámara de Representantes que elige al mandatario.
Pero en estos cálculos de la Comisión, que no ha declarado oficialmente los resultados de los comicios, hay unos tres escaños en los que no queda claro quien es el ganador y que podrían condicionar que tipo de mayoría tendrán los conservadores.
Las proyecciones del analista Antony Green, de la cadena ABC y referente tradicional en los comicios que se celebran en Australia, dan por el momento 73 escaños a la coalición, 65 a los laboristas y seis a las formaciones minoritarias e independientes. Cabe destacar que para gobernar en mayoría se necesita al menos 76 de los 151 escaños en el parlamento.
La experta en derecho constitucional Anne Twoney, de la Universidad de Sidney, afirmó que el Ejecutivo podría gobernar con mayoría simple si alcanza acuerdos con los independientes o representantes de las formaciones minoritarias, como lo hizo la ex primera ministra laborista Julia Gillard (2010-13).