Multitudinarias protestas en todo EEUU contra las leyes antiaborto aprobadas en ocho estados
Miles de personas se citaron este martes en más de 400 ciudades de ese país.
La jornada fue organizada en respuesta, en particular, al texto legislativo aprobado la semana pasada en Alabama.
Miles de personas se citaron este martes en más de 400 ciudades de EE.UU. para defender el derecho al aborto, en un gesto masivo de rechazo a una ola de leyes estatales diseñadas para forzar al Tribunal Supremo a replantearse la decisión que en 1973 legalizó la interrupción del embarazo en todo el país.
La escalinata del Supremo, en Washington, se convirtió en el escenario principal de la jornada de protestas organizada en respuesta a las leyes aprobadas este año en ocho estados de EE.UU., y en particular a la firmada la semana pasada en Alabama, que prohíbe el aborto en prácticamente todos los casos.
"Esto es algo que el Supremo decidió en los años 70 y que no debería estar ahora bajo ataque", opinó Mary Tablante, una joven de 27 años que protestaba en Washington, en declaraciones a Efe.
El veto al aborto en Alabama, que no contempla excepciones ni siquiera en casos de violación o incesto y amenaza con la cadena perpetua a los médicos que practiquen interrupciones del embarazo, desafía abiertamente la decisión adoptada por el Supremo hace 46 años, llamada "Roe versus Wade".
Sus promotores redactaron la ley con el objetivo expreso de provocar un litigio y obligar al máximo tribunal del país a pronunciarse sobre el tema, con la esperanza de que la mayoría conservadora en la corte erosione el precedente de 1973.
Aunque ninguna ha entrado aún en vigor, a la medida de Alabama se suman otras leyes aprobadas en Kentucky, Misisipi, Ohio o Georgia, que impedirán abortar una vez que se detecte el latido del corazón del feto, algo que puede suceder cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas.
Las preguntas "¿de verdad?" y "¿todavía?", inscritas en una de las pancartas agitadas ante el Supremo, hablaban por muchas de las asistentes, indignadas por tener que defender un derecho que se les garantizó hace casi medio siglo.
"Llevamos haciendo esto desde que íbamos al instituto, y todavía estamos en la misma lucha", dijo Martha Lehman, de 76 años, a Efe.
Lehman y su amiga Lois Jacob, de la misma edad, recuerdan bien el triunfo que supuso para el movimiento feminista la legalización del aborto a nivel nacional, y creen que algunos republicanos siguen atacando ese derecho porque les funciona como "arma política".
"Tenemos hijas, y nietas, y quiero que vivan en un mundo mejor", explicó Lehman, quien advirtió de que las leyes estatales perjudican especialmente a las mujeres con menos recursos.
A unos metros de distancia, Sara Flores-Shannon recordó que los hispanos "son el grupo que más está creciendo en estados como Alabama y Misisipi", y que muchas latinas enfrentan barreras económicas y de idioma a los servicios de salud reproductiva.
"Sabemos que esas reglas o leyes nuevas van a impactar a nuestra comunidad muchísimo", señaló a Efe la joven, que trabaja en Virginia para el Instituto Nacional de Latinas por la Salud Reproductiva.
Debido a las medidas estatales aprobadas en los últimos años, el acceso a servicios reproductivos asequibles ha disminuido drásticamente, y en seis estados -Kentucky, Misisipi, Misuri, Virginia Occidental, Dakota del Norte y Dakota del Sur- ya solo queda una clínica donde se practiquen abortos.
En Atlanta (Georgia), los manifestantes gritaban "quitemos de su cargo" a los legisladores que recientemente aprobaron una ley restrictiva, mientras que en San Francisco (California) las protagonistas fueron varias mujeres vestidas con el traje rojo popularizado por la novela y la serie "The Handmaid's Tale".
Por la protesta en Washington pasaron varios aspirantes demócratas a la Presidencia en las elecciones de 2020 -Bernie Sanders, Pete Buttigieg, Amy Klobuchar, Kirsten Gillibrand y Cory Booker-, que lo convirtieron en un tema de campaña.
"Esto es algo que el presidente (Donald) Trump ha desatado", denunció Gillibrand.
Trump recordó este fin de semana que apoya el aborto solo en casos de violación, incesto o peligro para la vida de la madre, lo que implica que se opone a la ley de Alabama pero no a otras medidas estatales, cuyos impulsores se han visto envalentonados por el discurso antiaborto del mandatario y su vicepresidente, Mike Pence.
"Esto es exactamente lo que Trump, Pence y su ejército de políticos antimujeres llevan planeando todo este tiempo. Tienen un plan particular en mente, un plan distópico", advirtió en una entrevista con Efe la presidenta de la red de clínicas Planned Parenthood, Leana Wen.