Abbott: Disputa mediática entre Arias y Moya da la impresión de una institución en conflicto
El fiscal nacional descartó en Cooperativa que se trate de una situación generalizada de problemas en el Ministerio Público.
Abbott asumió que "todos los conflictos en el Ministerio Público terminan escalando al fiscal nacional" aunque él no esté involucrado.
El fiscal nacional, Jorge Abbott, descartó en Cooperativa que haya una crisis generalizada en el Ministerio Público, aunque reconoció que la mediática disputa entre los fiscales de O'Higgins Emiliano Arias y Sergio Moya puede dar la impresión de que toda la institución está en medio de un conflicto.
Tanto Arias como Moya están actualmente suspendidos de sus cargos luego de que iniciaran una disputa de acusaciones cruzadas por sus actuaciones en diferentes casos del órgano persecutor en la Región de O'Higgins.
"Mediáticamente, esta disputa entre ambos fiscales ha tenido tanta cobertura que da la impresión de que la institución entera estuviera en una situación compleja o de crisis, y la verdad es que esto está radicado en una Fiscalía, la de Alta Complejidad de O'Higgins, en el área de Asesoría Jurídica. Y el resto de la región está funcionando normalmente", afirmó Abbott en El Diario de Cooperativa.
A la vez, asumió que "todos los conflictos en el Ministerio Público terminan escalando al fiscal nacional, a pesar de que muchas veces no tiene participación en decisiones que terminan atribuyéndose a él".
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— Cooperativa (@Cooperativa) 14 de junio de 2019
En esa misma línea, Abbott reiteró que su reunión con el senador Juan Pablo Letelier (PS) al poco tiempo de que estallara el conflicto en Rancagua "no tuvo más objeto que él manifestara su preocupación sobre la Región de O'Higgins".
"No tuvo más connotación que eso, pero la lectura, en definitiva, fue absolutamente distorsionada, y fue utilizada no solo por un cuestionamiento externo del Ministerio Público, sino que también internamente dentro del propio partido del senador. Es decir, todos trataron de sacar algún partido de eso, cuando en verdad fue una reunión que no duró más de 10 o 15 minutos", lamentó.
Reforma del sistema
Respecto al debilitamiento de las confianzas en la institución, precisamente por situaciones como la investigación en Rancagua, Abbott sugirió que, en lugar de mantener a los fiscales regionales como "dueños de sus causas", se debería incorporar a terceros en la toma de decisiones.
"Creo que hay decisiones que deberían someterse a alguna especie de comité conformado por otros fiscales regionales, con el objeto de hacerlas mucho más robustas y transparentes. Además, resulta a veces muy injusto que el fiscal tome la decisión deba cargar con todo el costo de ella", planteó.
El fiscal nacional reconoció también la falta de personal en el Ministerio Público, que es particularmente notoria al momento de "tener que comparecer a un número muy importante de audiencias".
Citando el caso de Iquique, donde existen nueve salas de audiencia que funcionan casi de forma simultánea, Abbott explicó que "tenemos nueve fiscales compareciendo, y luego, terminadas las audiencias, tienen que volver a la Fiscalía a dar las instrucciones a las policías, y generar los insumos necesarios para las audiencias del día siguiente. Lo ideal es tener algún tipo de reforzamiento".