El arresto de la capitana de barco que salvó a 40 migrantes
Carola Rackete, de 31 años, es acusada de trata de personas y de intentar hundir una lancha policial que pretendía evitar su cometido.
El ministro italiano, Matteo Salvini, aseguró que de no ser condenada será expulsada del país.
Rackete afirmó que su intención no era desafiar a las autoridades, sino "llevar a salvo a estas personas".
La capitana del barco de la ONG Sea Watch, Carola Rackete, fue arrestada este sábado por atracar, sin autorización, en Lampedusa, Italia, para que desembarcasen 40 migrantes que llevaban 17 días a bordo.
A bordo, llevaba a 40 de los 52 migrantes náufragos que había rescatado en el mar, el pasado 12 de junio junto a algunos parlamentaros italianos que la apoyaban en su causa.
Poco después de su arribo al puerto de Lampedusa, la capitana, de origen alemana, fue bajaba del barco y escoltada por la agentes que le notificaron su detención con la acusación de violación del artículo 1.100 del código de navegación sobre resistencia o violencia contra nave da guerra, un delito que conlleva penas de 3 a 10 años de cárcel.
El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, acusó a Rackete de intentar hundir una lancha de la policía que buscaba evitar que el Sea Watch llegara a puerto, ya que supuestamente la embarcación de Rackete habría rozado el navío.
La acusada ha señalado que solamente ha actuado para proteger a los naúfragos que según explica podrían hacerse daño; y que no se trata de querer desafiar a las autoridades.
Según una entrevista publicada este domingo por el diario italiano Corriere della Sera, señaló que había desobedecido la orden de mantenerse distanciada del puerto debido a que algunos inmigrantes se estaban haciendo daño y que estaba "temerosa de que eso condujera a suicidios".
Los abogados de Rackete han explicado que antes del martes se celebrará la audiencia en la que tiene que ser convalidado el arresto y se procederá a su interrogatorio.
La intención era "llevar a salvo a estas personas"
La capitana sigue estando "muy determinada en reivindicar sus decisiones", explicaron los abogados a los medios de comunicación, a lo que aseguraron que el choque con la lancha de la Guardia de Finanza italiana durante la operación de atraque "no fue un acto criminal ni hubo voluntad", sino solo "la necesidad de llevar a salvo a estas personas que se encontraban en condiciones extremas".
Salvini ya ha anunciado que en caso de que la capitana del Sea Watch sea liberada en espera de un juicio se pedirá su expulsión inmediata del país.
Mientras que el barco que ha sido incautado se trasladará a un puerto de la provincia de Agrigento en Sicilia, ya que la isla de Lampedusa es demasiado pequeña.