Pedro Sánchez dio por rotas las negociaciones con Podemos
Este nuevo escenario deja en el aire la reelección del presidente español la próxima semana en el Congreso.
El jefe del gobierno acusó a Pablo Iglesias, líder de la coalición de izquierda, de romper la negociación de manera "unilateral".
El presidente del gobierno español en funciones y candidato a la reelección, el socialista Pedro Sánchez, dio hoy por rotas las negociaciones con la coalición de izquierda Unidas Podemos, lo que deja en el aire su elección como jefe del Ejecutivo la próxima semana en el Congreso.
Sánchez acusó al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, de romper la negociación de manera "unilateral", al convocar el pasado viernes una consulta "trucada" a su militancia sobre los acuerdos antes de que se cerraran, con el propósito de justificar su voto negativo, que coincidirá con el de "la extrema derecha", afirmó este lunes en una entrevista en la emisora de radio Cadena Ser.
Los socialistas (PSOE) ganaron las elecciones generales del 28 de abril con 123 escaños, pero no tienen mayoría suficiente en la Cámara (tiene 350 diputados) para que Sánchez sea investido presidente del gobierno, por lo que necesita el apoyo de otros grupos políticos y desde los comicios, han considerado a Unidas Podemos como "socio preferente".
Sánchez confirmó hoy que la semana pasada ofreció a Iglesias ministerios para "personas cualificadas del ámbito de Podemos", y recalcó que es la primera vez que se hace una oferta así en la historia de la democracia a un partido que, además, ha sido el cuarto en las elecciones.
Sin embargo, las negociaciones no han fructificado ante la insistencia de Iglesias de que haya un gobierno de coalición con los socialistas, en el que hipotéticamente estaría él mismo, algo que rechaza Sánchez, al considerar que España necesita un ejecutivo "con cohesión interna" y con Unidas Podemos existen "discrepancias" sobre temas de Estado como la crisis política de Cataluña.
El líder socialista da por hecho que Unidas Podemos votará "no" a su investidura como jefe del gobierno la próxima semana, lo mismo que ocurrió en 2016, por lo que acusó a ese partido de favorecer entonces la continuidad de un gobierno conservador, liderado por Mariano Rajoy.
La situación actual muestra de nuevo la desconfianza que existe entre Sánchez e Iglesias, lo que dificulta un entendimiento entre la izquierda para gobernar.
Sánchez hizo hoy un llamamiento a la responsabilidad, ya que no hay "segundas partes".
Si la próxima semana el Congreso rechaza su candidatura, expira el encargo que le hizo el rey de formar gobierno, por lo que el monarca tendría que iniciar de nuevo una ronda de consultas con los partidos para ver el apoyo que darían a un candidato.
En este nuevo escenario, las fuerzas políticas "tendrían que hacer movimientos", afirma Sánchez.