Partido Demócrata: En la búsqueda de un líder para enfrentar a Trump en 2020

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Más de 20 nombres aspiran a ser la carta presidencial de la oposición a Trump.

Diferencias de estilo, generacionales y hasta de género marcan la competencia interna.

 Archivo EFE

A días del segundo debate del Partido Demócrata, una serie de comentarios xenófobos lanzados por el presidente Donald Trump en Twitter ha iluminado la creciente tensión dentro de la oposición en Estados Unidos y las distintas visiones sobre cómo la colectividad puede recuperar la Casa Blanca en las próximas elecciones, en 2020.

En sus tuits, Trump se preguntó "por qué esas legisladoras -Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley- no vuelven a sus países y ayudan a arreglar los lugares completamente rotos e infestados de crimen de dónde vienen. Entonces, vuelvan y muestran cómo se hace. Esos lugares necesitan mucho su ayuda, no se pueden marchar tan rápido. Estoy seguro de que Nancy Pelosi estará muy contenta de resolver arreglos de viaje gratis".

Aunque el Partido Demócrata ya condenó los tuits en una resolución en la Cámara de Representantes, se inició una disputa entre la líder demócrata Nancy Pelosi y la llamada "banda" (squad) que integran las 4 parlamentarias.

Mientras que el establishment intenta contener su influencia y mantener al partido unido para las próximas elecciones, la "banda" sigue exigiendo políticas más progresistas, como la cobertura universal de salud y la abolición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Esta división demócrata –que surgió después de la campaña de Bernie Sanders en las últimas elecciones– y la facción más centrista se enfrentan con miras a las primarias demócratas.

Hasta ahora, más de 20 candidatos se han postulado a la nominación del partido, cada uno con una estrategia para vencer a Trump en 2020; pero ya se puede identificar a tres grupos centrales dentro de los demócratas.

Los "tres tercios" demócratas

El sector más poderoso y popular, según encuestas recientes, es el establishment de centro-izquierda, que quiere desafiar a Trump con una agenda moderada. Liderado por ex vicepresidente Joe Biden, se enfoca en recuperar los votantes rurales, blancos y mayores, que votaron por Trump en 2016.

En términos de sus políticas, Biden quiere combatir Trump con una agenda tradicional liberal: Derechos reproductivos, control de armas y cambio climático, entre otros temas. Más que nada, la campaña de Biden se basa en su "elegibilidad", es decir, él cree que es la opción más segura para ganar.

La facción a su izquierda, encabezada por los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren, trata de ganar la presidencia con retórica y políticas más radicales que se han propuesto desde los años '70.

Sanders, a través de su mediática campaña en las últimas elecciones, ha popularizado los temas de la cobertura universal de salud y la educación superior gratuita dentro del Partido Demócrata.

Warren, conocida por su frase "tengo un plan para eso", también destaca la importancia de la desigualdad económica y su propuesta más conocida es un "impuesto a la riqueza" para las familias con activos valorados en 50 millones de dólares o más.

 

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Los concurridos debates demócratas (Foto: Telemundo)

Respecto al medioambiente, un tema central a la plataforma demócrata en 2020, Sanders y Warren apoyan el Green New Deal (Nuevo Acuerdo Verde), una propuesta que gastaría billónes de dólares y reestructuraría profundamente la economía estadounidense para combatir el cambio climático.

Además, Warren apoya la propuesta de candidato Julián Castro para despenalizar el cruce de la frontera, poniendo fin a la detención y separación de familias migrantes en la frontera. Estos candidatos, como hizo Sanders en 2016, tratan de ganar los votos de jóvenes liberales, los sindicatos y la clase trabajadora en los estados que ganó Trump en 2016.

Finalmente, un grupo de candidatos jóvenes y de color están compitiendo para reemplazar a Biden como el líder de la facción centro-izquierda del partido.

La figura más prominente, Kamala Harris, llamó la atención del país durante los últimos debates e intenta a conectar las facciones progresistas (apoya la cobertura universal de salud, por ejemplo) y moderadas.

El alcalde de South Bend (Indiana) Pete Buttigieg, el segundo más popular de este grupo, ha tomado una postura política más de centro, enfatizando su identidad: Es joven, abiertamente homosexual, religioso y militar en retiro.

Beto O'Rourke y Julián Castro, ambos del estado de Texas, están peleando por el voto latino y se han enfocado en los temas de la inmigración y la detención y separación de familias. Cory Booker, quien también recibió elogios tras los últimos debates, quiere superar el racismo y xenofobia del presidente actual con su plataforma de justicia racial, aunque ha recibido muchas críticas de la izquierda por su relación con instituciones financieras y empresas farmacéuticas.

A diferencia de Sanders y Warren, que desafían a Biden en temas económicos, estos candidatos emplean sus identidades, su "elegibilidad" y sus plataformas sociales para construir bases de apoyo.

Como ilustró el primer debate, la "guerra contra Trump" tiene menos que ver con propuestas políticas específicas -donde hay grandes acuerdos- y más con la retórica y la marca de cada candidato.

Al final, como muestra la gran cantidad de candidatos, hay divisiones raciales, generacionales, ideológicas y de género dentro del actual Partido Demócrata y la nominación determinará a quién representa actualmente la colectividad de Barack Obama.