Polémico fallo: Acuerdan mantener faenas de Astilleros de Arica frente al casco histórico
El proyecto de modificación del Plan Regulador Comunal planteaba cambiar el uso de suelo del lugar de industrial a turístico.
Durante la sesión se informó que la empresa opera con permisos ilegales.
Si bien en primera instancia la mesa había empatado, la reintegración de la concejal Elena Díaz significó la diferencia.
En un fallo dividido, el Concejo Municipal de Arica decidió aceptar la observación presentada por Astilleros S.A. de modificar la actual propuesta de nuevo Plan Regulador Comunal, para mantener el uso de suelo industrial y así continuar las faenas frente al casco histórico de la ciudad.
El anteproyecto planteaba reconvertir la zona de más de 40.000 metros cuadrados a una zona de interés turístico, con el fin de unir el borde costero de norte a sur, abrir la costa hacia la ciudad y evitar riesgos en caso de tsunamis, ante la proliferación de contenedores y embarcaciones frente a zonas residenciales.
Por seis votos a favor y cinco en contra, el cuerpo edilicio decidió desestimar los cambios planteados por la unidad técnica de la Municipalidad, debido a que la medida ponía en riesgo la fuente laboral de 200 personas.
Uso ilegal de suelo
Durante la sesión, la directora de Obras Municipales, Rosa Dimitstein, informó que desde 2012 Astilleros S.A. opera en la zona colindante al puerto de Arica con permisos ilegales, debido a que utilizaba hasta hace poco zonas destinadas al turismo para el almacenaje, labor propia de zonas productivas. Dicho permiso fue firmado por el director de Obras de la época, situación que hasta el día de hoy no ha sido regularizada.
Al respecto, el concejal Luis Malla señaló que "la comisión técnica nos indica que es una mala práctica dejar un espacio en ese sector con una zonificación diferente para favorecer a un privado. Es grave que hayan situaciones iregulares como los galpones que se pusieron en un espacio en que no se permitía infraestructura de este tipo porque es zona turística".
Por su parte, el alcalde de Arica Gerardo Espíndola, lamentó la decisión por cuanto la propuesta buscaba limpiar el borde costero de objetos que pudieran ser un riesgo inmimente en zonas residenciales en caso de tsunamis, situación que continuará tras la aprobación de la observación.
"Estoy con la conciencia tranquila de que, ante la eventualidad de un tsunami, estoy haciendo todo lo que está en mis manos para ir limpiando el borde costero que está frente a la ciudad, donde se concentra la mayor cantidad de la población", indicó la autoridad comunal.
Si bien el concejo aprobó mantener los usos de suelo actuales, al no existir una propuesta clara de división de zonas industriales y turísticas, la misma mesa deberá delimitar los espacios designados, situación que será definida en una nueva jornada extraordinaria.