Agricultores piden declarar zona de catástrofe en tres provincias de Valparaíso por sequía

Agricultores y crianceros de la Región de Valparaíso piden que se declare zona de catástrofe en las provincias de San Felipe, Petorca y Los Andes por el déficit de lluvias que afecta principalmente a la zona centro-sur del país.

De esta forma, el Gobierno entregaría mayor apoyo para sustentar sus actividades y el consumo de agua de la población no se vería comprometido en medio de la sequía.

El vocero de los crianceros de la comunidad el Manzano de Putaendo, Freddy Moreno, dijo que la situación actual es "dramática", por lo que según él la sola declararación de Zona de Emergencia Agrícola es insuficiente, "porque los recursos van a ser del cinco por ciento".

"Con la situación como está no nos alcanza; para nosotros prácticamente es que nos entreguen una aspirina, algo muy leve", aseguró.

Por esto crianceros, pequeños agricultores del valle de Petorca y otras organizaciones entregaron este martes una carta que exige la declaración de zona de catástrofe dirigida al ministro del Interior, Andrés Chadwick.

En esta misma jornada, el titular de Agricultura, Antonio Walker, sostuvo un encuentro con confederaciones campesinas de todo el país por esta emergencia agrícola, que podría replicarse en O'Higgins, el Maule y en sectores de la Región Metropolitana en los próximos días.

El ministro remarcó que hasta el momento el Gobierno ha accedido a las dos solicitudes formales de Zona de Emergencia que han recibido desde Coquimbo y Valparaíso.

"Al decretarse se activan los recursos de emergencia que tienen cada una de las regiones, y es por eso que hemos concurrido a Coquimbo y Valparaíso con ayuda principalmente para el forraje para los animales, remedios e insumos, y para atender la bebida para las personas de sectores rurales", dijo a Cooperativa.

En tanto, desde el Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología de la Universidad de Talca plantean que la emergencia agrícola en O'Higgins y el Maule será el próximo paso para enfrentar la crisis, atendiendo al déficit en las precipitaciones y los bajos niveles de varios embalses actualmente a menos de la mitad de su capacidad.