Los solitarios y precarios últimos días de Jeffrey Epstein
Días previos a su suicidio, el magnate inglés sostuvo extensas reuniones privadas con sus abogados en la cárcel.
Oficiales de la cárcel señalaron que Epstein "no se bañaba, no dormía en la cama y se veía descuidado".
El juicio contra Epstein estaba previsto para comenzar el próximo año, tras ser acusado por tráfico sexual de menores.
El magnate Jeffrey Epstein, que odiaba su celda estrecha, húmeda e infestada de alimañas en la prisión federal donde esperaba juicio en Nueva York, pasó sus últimos días en la cárcel sosteniendo extensas reuniones privadas con abogados, asegura un artículo que publica este sábado The New York Times.
Epstein, que estaba en la unidad 9 Sur de la Metropolitan Correctional Center en Manhattan tras ser acusado por tráfico sexual de menores, fue hallado colgado en su celda el pasado 10 de agosto.
De acuerdo con el artículo "Recluso 76318-054: Los últimos días de Jeffrey Epstein" que cita a oficiales de la prisión que pidieron anonimato, el financista, de 66 años, había contratado varios abogados para su defensa, con los que se reunía al menos 12 horas al día y muchas veces, durante esos encuentros, parecía aburrido.
El juicio contra Epstein estaba previsto para comenzar el próximo año.
"Fue un trabajo por turnos, diseñado por alguien que tenía infinidad de recursos para tratar de obtener la mayor comodidad posible", dijo al diario uno de los abogados que lo visitaba.
Depositó dinero en la cuenta de otros reos
El diario, citando sus fuentes de la prisión, indicó -además- que Epstein hizo lo posible para evitar ser presa de otros confinados.
Para ello, agrega el artículo, transfirió dinero a la cuenta que tienen al menos otros tres reos con la tienda de la cárcel -donde compran ciertos artículos de primera necesidad-, lo que se hace a menudo en la prisión para obtener protección.
El diario destaca que contrario a la vida de lujos, en la que se rodeó de muchos poderosos y que lo llevó a poseer una isla en el Caribe así como una mansión valorada en 56 millones de dólares en Nueva York, a Epstein sólo se le permitía una hora al día de recreación y podía bañarse cada dos o tres días.
Celdas infestadas con roedores
El texto además indica que la unidad 9 Sur donde esperaba por su juicio, estaba infestada de roedores, y los presos tienen que lidiar con agua estancada, con heces fecales y orina por tuberías defectuosas.
Un abogado aseguró al diario que a veces los ratones se comen los papeles de sus clientes.
La unidad 9 Sur es la menos restrictiva de la dos unidades más seguras de esa prisión, que alberga docenas de reclusos, usualmente en grupos de dos en pequeñas celdas y, más allá de las reuniones que tenía con sus abogados, su contacto con el mundo exterior era muy limitado.
Epstein fue arrestado el pasado 6 de julio cuando su avión privado aterrizó en Nueva Jersey y fue traído a Nueva York para enfrentar los cargos de la fiscalía federal para el distrito sur de Nueva York y desde entonces estuvo en la Metropolitan Correctional Center en Manhattan.
Trató infructuosamente de quedar en libertad en espera de su juicio, para lo que ofreció pagar hasta 100 millones de dólares de fianza ofreciendo como garantía su mansión en Manhattan y su avión.
Epstein enfrentó un aparente intento de suicidio el 23 de julio
En sus días en prisión rara vez se bañaba; su cabello y barba estaban descuidados y dormía en el suelo de su celda en lugar de su cama, de acuerdo con el Times.
Epstein enfrentó un aparente intento de suicidio el 23 de julio, por lo que estuvo en vigilancia preventiva las 24 horas pero a los pocos días se le retiró y se le impuso un estatus especial por el cual debía recibir visitas cada 30 minutos y tener un compañero de celda, que no estaba presente el día que se quitó la vida.
Tampoco contó con la vigilancia cada media hora. El Departamento de Justicia de EE.UU. lleva a cabo dos investigaciones sobre la muerte de Epstein, por el FBI y la Oficina del Inspector General.