La muerte no aclarada de una joven impulsó un "me too" palestino

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EFE

Las redes sociales especulan que sus familiares la asesinaron en un "crimen de honor".

Un video difundido en internet reproduce presuntos gritos de ayuda que habría hecho la víctima.

 @carmeloabbate

En lo que va de 2019 han muerto en circunstancias no aclaradas 18 mujeres y niñas en Palestina.

La muerte de una joven palestina de 21 años en agosto pasado, en Beit Sahour (Belén), tras difundir un video con su novio y rodeada de circunstancias violentas, ha generado una oleada de protestas -sobre todo entre jóvenes y mujeres-, que exigen a las autoridades una respuesta contundente a la violencia de género.

El pasado 22 de agosto Israa Ghrayeb murió en un caso aún repleto de incógnitas, y aunque no se ha confirmado que sea un asesinato y la investigación policial sigue abierta, se ha extendido la rabia en las redes, porque muchos creen que sus familiares la mataron en un nuevo caso de lo que aquí se denomina "crimen de honor".

Las protestas, registradas estos últimos días en Beit Sahour, Ramala y Jerusalén Este, han sido moderadas, con decenas o pocos cientos de personas, pero ver a mujeres y jóvenes protestando contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por la violencia machista no es nada habitual.

Amal Jayat, activista proderechos humanos, señaló a la agencia Efe que muchas están dispuestas a seguir saliendo a la calle el tiempo que sea necesario para combatir la "epidemia de sexismo, acoso sexual, intimidación, abusos y agresiones" contra las mujeres que, asegura, "se considera la norma" en la sociedad palestina.

La también activista Asala Abujdeir reivindica a Efe que el Gobierno palestino debe aprobar "una nueva ley de protección familiar y de estatus personal", para lo que "se necesita voluntad política y unificar las leyes nacionales con los acuerdos internacionales que impiden la discriminación contra la mujer".

18 mujeres han fallecido en circunstancias no aclaradas este año en Palestina

Los territorios palestinos no son ajenos a los denominados "crímenes de honor", generalmente perpetrados por varones para vengar lo que consideran una afrenta al honor y moral de su familia.

En lo que va de 2019 han muerto en circunstancias no aclaradas 18 mujeres y niñas, según los medios. Según cifras de la ONG palestina Centro de Ayuda Legal y Asesoramiento a las Mujeres, las fallecidas por violencia de género fueron 23 en 2018 y 2016, y 28 en 2017.

El caso de Ghrayeb es una gota más que colma el vaso. Ha generado una reacción social contra esta violencia, pero también contra el escaso castigo social y judicial que tiene.

El Código Penal palestino permite reducir drásticamente las penas de asesinato si se dan "circunstancias atenuantes", argumento que a menudo se utiliza en estos casos.

Los activistas reclaman una investigación seria y pública de este último caso para que no sea una nueva muerte que quede impune.

Ghrayeb, maquilladora profesional, murió poco después de ser dada de alta de un hospital donde estuvo por una lesión en la columna. Falleció pocos días después en su casa. Sus parientes aseguran que se hirió al caer accidentalmente al patio del domicilio familiar y falleció finalmente por un infarto.

Sin embargo, en las redes se difundió una grabación en la que se escucha una voz que se atribuye a la chica gritando y pidiendo ayuda, mientras supuestamente está siendo agredida en el hospital, lo que ha dado valor a la teoría de que fue atacada por sus familiares.

Todo esto habría ocurrido después de que difundiese un vídeo donde aparecía con su novio (con quien no le estaría permitido verse hasta formalizarse el compromiso, según las normas sociales).

En las últimas semanas, se ha popularizado la protesta online con las etiquetas #JusticeforIsraa (Justicia para Israa) o #WeareallIsraaGhrayeb (Todas somos Israa Ghrayeb).

Las autoridades palestinas se vieron obligadas a reaccionar, y el primer ministro, Mohamed Shtayeh, reconoció en Facebook que se debe "fortalecer el sistema de legislación que protege a las mujeres".

También anunció que la investigación avanza "significativamente", tras varios arrestos y decenas de interrogatorios.

Pero la bola de la protesta ya está rodando. Jayat denuncia que "las leyes no están actualizadas, no protegen a las mujeres", y "no imponen un castigo suficientemente severo a los asesinos".

"Nuestro movimiento de protesta no es solo por Israa, sino por cada mujer palestina asesinada", remarca, y advierte que "la sangre de las mujeres no saldrá barata".