Tenía tos, fue al médico y debieron amputar sus piernas y un brazo
Sin saberlo había desarrollado una grave enfermedad.
Jayne Carpenter es una enfermera de 51 años que perdió ambas piernas, un brazo y algunos dedos a causa de una grave infección que confundió con una neumonía.
El 1 de mayo de 2016, la mujer de Gales había empezado a tomar antibióticos por una fuerte tos y malestares en su pecho.
En el hospital en que trabajaba decidió consultar a un médico y confirmaron que su infección se había transformado en una sepsis. En pocas horas su vida cambió.
Nurse, 51, has both legs and her arm amputated due to deadly sepsis https://t.co/leUvMrMC9j via @MailOnline
— #JC:LIFE WITH NO LIMITS (@JayneCa95618432) September 12, 2019
Todos sus órganos empezaron a fallar, estuvo tres días en coma inducido y desarrolló necrosis isquémica irreversible de las extremidades, por lo que debieron amputar su piernas bajo la rodilla, su brazo izquierdo bajo el codo y cuatro dedos de su mano derecha.
"La sepsis me dejó con discapacidades que cambian la vida", señala Jayne en una campaña para reunir fondos online, mediante la cual espera conseguir nuevos implantes artificiales.
Ahora la mujer trata de generar conciencia sobre la gravedad de su enfermedad y participa en diversas charlas contando su experiencia.