En seis regiones comenzó la implementación de entrevistas videograbadas para niños víctimas de delitos

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Cooperativa.cl

La normativa busca evitar la revictimización de niños, niñas y adolescentes.

Su aplicación se dará en Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Maule, Aysén y Magallanes.

 Cedida

Al momento de la denuncia, los funcionarios no van a poder hacer preguntas.

Al mediodía de este jueves comenzó la implementación de la Ley de Entrevista Investigativa Videograbada para niños, niñas y adolescentes en seis regiones del país víctimas de delitos.

La entrada en vigencia fue en Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Maule, Aysén y Magallanes, para posteriormente continuar en otras cinco regiones el 3 de octubre de 2020 y, finalmente, el 3 de octubre de 2021 en las regiones Metropolitana, Los Lagos, O'Higgins y Valparaíso.

Con esta normativa se busca reducir a una entrevista en todo el proceso judicial, pudiendo ocurrir en una segunda oportunidad durante el proceso investigativo, sólo si se trata de un adolescente que explicita que quiere volver a declarar o si ocurre un hecho dé vuelta por completo la investigación.

Al momento de la denuncia, los funcionarios no van a poder hacer preguntas, y la entrevista videograbada estará a cargo de una persona capacitada y en una sala especial.

La ley también resguarda a niños, niñas y adolescentes durante el juicio oral, ya que van a declarar en una sala contigua con un solo intermediario, quien recibirá las preguntas del juez a través de un sistema interconectado de comunicación; consultas que deberá traducir en un lenguaje adecuado a la edad y madurez de la víctima.

También se limitan otras diligencias que impliquen la interacción del niño, por ejemplo, peritajes de credibilidad, la evaluación del daño, lo que ocurrirá sólo en momentos excepcionales.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, detalló que "durante todo un proceso deseablemente no sean más de dos (entrevistas) y que esos testimonios sean hechos en lugares especiales, con un entrevistador preparado para esos fines, de manera que conozca la psicología del niño, que busque ayudarlo, no asustarlo".

"Se aprobó esta ley para esa finalidad: Terminar con la revictimización que sufren los niños", enfatizó.

Fiscal nacional: "El sistema va a funcionar perfectamente"

La entrada en vigencia de la ley ha sido compleja en términos logísticos y también económicos, pese a lo cual el fiscal nacional Jorge Abbott enfatizó que "lo que estamos haciendo es poner en marcha un sistema para el cual nos hemos preparado adecuadamente, junto con el resto de las instituciones del Estado".

"Tenemos la confianza de que el sistema va a funcionar perfectamente", expresó.

"Por cierto -agregó Abbott, como todo sistema es perfectible, la experiencia nos indicará las modificaciones y las adecuaciones que sea necesario realizar, pero ya tenemos muchísimo avanzado desde todas las instituciones que se ven involucradas en la aplicación de esta ley".

El relato de madres previo a la ley: "Fue muy traumante"

Se busca evitar la revictimización de niños, niñas y adolescentes, algo que sufrió en 2015 María José Zamudio y su hija de entonces 10 años.

"Fuimos, pero mi hija lloraba porque tenía miedo. No sabía lo que iba a pasar. Después fuimos a la Fiscalía... lo mismo. En la Fiscalía súper mal, irritable, no quería nada. Después de nuevo decirle que teníamos que ir al Centro de Atención a Víctimas de Atentados Sexuales (Cavas) y ella cada vez me preguntaba: 'mamá, ¿me van a tener que preguntar de nuevo lo mismo?", relató.

La mujer recordó que su hija "se sentía mal, no quería hablar, muchas veces hizo gestos con su muñeca porque, aparte que ella era muy tímida, le costaba sentarse frente a alguien que conoce, porque a mí me dejaban afuera".

"Era terrible, fue muy traumante para ella. Creo que el relato de un niño jamás es cuestionable", expresó.

Otro caso fue el de Mariana Yáñez y su hija de 10 años, quien "lloraba, se encerraba, no había caso en cómo poder apoyarla, era toda una situación súper difícil de abordar como mamá".

"Estábamos constantemente muy agotadas, muy cansadas, sin hablar nada, porque no tú no sabes cómo poder ayudarla. Recordarla era estar una semana más de sufrimiento, de apoyarla, de levantarla", declaró.

Mientras que Diana, hoy de 16 años y que vivió el proceso cuando tenía 12, comentó que "son cosas que nadie más que uno sabe y que uno se las tenga que contar a un desconocido es muy difícil".

"Cuando yo salía me daba mucha pena, porque estos son episodios que a veces quiero olvidar y tener que repetirlo tantas veces lo hacía cada vez peor, porque uno siente como que nunca lo va a poder dejar. Ese es un dolor extra que se puede evitar con este proyecto. Eso me hace muy feliz", destacó.

Diana reconoce que "a mí no me sirve, pero sé que hay mucha gente a la que le va a servir ahora, porque lamentablemente esto es algo que no va a terminar de pasar".