Oposición busca en el proyecto de "40 horas" nuevo punto de unión tras fracaso de acusación a Cubillos
"Quedan algunos otros proyectos de ley que nos van a decir si esto se rompió definitivamente", dijo el presidente del PC, Guillermo Teillier.
Tras los reclamos y recriminaciones por el voto de tres diputados independientes y dos de la Democracia Cristiana en rechazo a la acusación constitucional contra la ministra de Educación, Marcela Cubillos, los que derivaron en el fracaso del libelo, la oposición busca dar vuelta la página y algunos partidos ven el proyecto de "40 horas" como próxima prueba de un posible trabajo conjunto.
Con el transcurso de las horas, en la oposición se empezó a plantear una segunda lectura: que en esta oportunidad, la DC y los radicales estuvieron trabajando en conjunto con el resto de la oposición para conseguir los votos, lo que no había pasado con otros proyectos.
El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, quien había ligado con la unidad del bloque la votación de la acusación, aseguró que el proyecto que busca rebajar la jornada laboral a 40 horas semanales -impulsado por las parlamentarias de su partido Camila Vallejo y Karol Cariola- es una nueva oportunidad para ver cuánto hay en común.
"Teníamos una mayoría nominal en el Congreso y esa mayoría no se ha expresado de manera concreta. Eso no quiere decir que seamos minoría en el país y lo que tenemos que hacer nosotros es construir una posibilidad de ser mayoría. Ahora, ¿esa posibilidad ha quedado definitivamente postergada por el resultado de esta acusación constitucional? Yo creo que no", sostuvo Teillier.
El líder del PC dio cuenta de que "quedan algunos otros proyectos de ley que nos van a decir si esto se rompió definitivamente o todavía hay posibilidades de recuperación".
Huenchumilla (DC): Se cometió un error político
Desde la directiva de la DC, su timonel Fuad Chahín manifestó que más que amenazar o advertir, lo que se debe hacer es "conversar".
El senador Francisco Huenchumilla, a su vez, sostuvo que se cometieron errores en la acusación constitucional, aunque declinó apuntar sus dardos al Partido Socialista, cuyos legisladores presentaron el libelo.
"Creo que es un error político que se cometió, una mala implementación, un mal diagnóstico y que esto viene a corroborar una vez más que la centroizquierda está en deuda consigo misma para los efectos de lograr consensos vinculantes, que sean respetados y que signifiquen un plus", dijo Huenchumilla.
El timonel socialista, Álvaro Elizalde, defendió la decisión de concretar el libelo acusatorio, indicando que "ésta fue una decisión que tomaron los diputados. Lo hicieron defendiendo convicciones".
"A nadie se le puede criticar por defender una convicción. Ésta es una convicción muy profunda: defender la educación pública", aseveró.
Vidal (RD): Acusación no era un termómetro para pensar en pacto electoral
Por su parte, en el Frente Amplio, donde están en un proceso para levantar nuevamente a la ex candidata presidencial Beatriz Sánchez como vocera del bloque, dicen que lo que quieren seguir haciendo es trabajar en temas básicamente legislativos y el próximo de importancia es el 23 de octubre cuando se vote "40 horas" en la Sala de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, el jefe de comité de Revolución Democrática, Pablo Vidal, dijo que "aunque hubiésemos ganado la oposición el martes (en la votación de la acusación), no creo que eso significaba que estábamos en condiciones de pensar en pactos electorales".
"Bajo ningún punto de vista esta acusación era un termómetro para pensar en un pacto electoral. Eso pasa por otras definiciones de otro tipo, en la cual nosotros, como Frente Amplio, estamos construyendo una alternativa y veremos con qué actores se puede dialogar respecto de esos proyectos, propuestas, programas", expresó.
Vidal indicó que "otra cosa es que creo que exista un mandato soberano del pueblo que es que hay una mayoría de oposición al Gobierno de Sebastián Piñera en la Cámara y que no hay caso que podamos defenderlo de manera efectiva".
Uno los coletazos de la votación fue el duro round entre Jaime Naranjo (PS) y Pepe Auth (ex PPD), quien ha recibido presiones para que deje la segunda vicepresidencia de la Cámara de Diputados tras votar en contra del libelo acusatorio, a lo que se niega pidiendo respeto a la diversidad de opiniones.