El acuerdo con el FMI, detonante de una protesta que pone en jaque a Ecuador
Por exigencia del FMI, Moreno eliminó el subsidio que durante décadas había permitido reducir el precio de las gasolinas.
El acuerdo, suscrito en marzo pasado, alcanza los 4.200 millones de dólares.
Para expertos, la salida de la crisis es política y se logra con la suspensión del decreto que aumenta el precio de las gasolinas.
El acuerdo suscrito en marzo pasado por el Gobierno de Ecuador y el Fondo Monetario Internacional (FMI), por un monto de 4.200 millones de dólares, ha sido el detonante de las protestas por el alza de los precios de los combustibles que tienen en jaque al Ejecutivo presidido por Lenín Moreno.
El mandatario, conforme señalaba el acuerdo, decidió eliminar el subsidio o ayuda estatal que durante décadas había permitido reducir el precio de las gasolinas y, además, anunció las reformas laborales y tributarias exigidas por el FMI. En respuesta, los gremios del transporte convocaron a una paralización en los servicios de pasajeros y de carga que afectó a todo el país.
La gasolina extra (95 octanos), la de mayor consumo, pasó de 1,85 a 2,40 dólares el galón (4 litros), mientras que el diesel, usado especialmente en autobuses, de 1,03 a 2,27 el galón.
Para el analista económico Pablo Dávalos, el centro de la protesta es el llamado "paquetazo" de medidas aplicadas y defendidas por Moreno, al tiempo que recordó el compromiso del presidente de Ecuador con el FMI de que, para obtener los desembolsos del crédito, hará cambios en su política económica.
Dávalos consideró que Ecuador no está afectado por un choque externo (variación de precios del petróleo) que justifique una situación fiscal tan extrema, al tiempo que indicó que al cambiar su programa de Gobierno, en la práctica, "elevó el precio de la gasolina y el diésel", una medida que "afecta a todos", especialmente "a los sectores más pobres de la población", añadió.
El salario básico mensual en Ecuador es de 394 dólares (285.000 pesos chilenos), pero se estima que con otros componentes adicionales llega a un promedio de 460 dólares (333.000 pesos).
Para el economista experto en el FMI, el actual descontento se explica también porque el presidente Moreno ha favorecido a grupos poderosos del país, a los que perdonó el pago de impuestos y atrasos pendientes para incentivar a la industria, por una cuantía que se calcula en unos 4.000 millones de dólares.
El malestar por esas medidas ha llegado hasta el punto de que el mismo Moreno ha decidido trasladar de manera temporal su Gobierno a la ciudad costera de Guayaquil, alejada de las manifestaciones indígenas en la capital y un área considerada zona de influencia de los grupos de derechas.
A juicio del experto, "la salida es política, tiene que suspender la aplicación del decreto" que eleva el precio de las gasolinas para desarmar las protestas y propiciar un ambiente de diálogo en el que prime el interés de todos los sectores sociales.
El presidente de Ecuador señaló este lunes que mantendrá las medidas para que la economía de Ecuador "esté sana y la dolarización protegida", al tiempo que insistió en que había "hecho lo correcto para con la patria" y apeló al diálogo a los sectores sociales, "una puerta que -según dijo- en el Gobierno jamás se cerró".