Los kurdos aceptaron la tregua pactada entre Turquía y EEUU

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EFE

Tras una semana de ofensiva turca, las Fuerzas de Siria Democrática dijeron que están "comprometidos" con el alto al fuego y pidieron lo mismo de Ankara.

Desde el comienzo del ataque murieron al menos 218 civiles, entre ellos 18 niños, y 653 resultaron heridos.

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Los kurdos aceptaron ayer jueves la tregua anunciada por Turquía y Estados Unidos en lo que considera un "resultado de la resistencia" ante el avance militar turco tras una semana pero que supondrá dejar en manos de Ankara la zona de seguridad que quería en territorio sirio.

Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), la alianza de milicias encabezada por kurdos, aseguraron en un comunicado que están "comprometidos" con el alto el fuego y pidieron que Turquía también se comprometa.

Las FSD aseguraron que el alto el fuego entró en vigor a las 22.00 hora local (19.00 GMT) y que incluye la zona ubicada entre la población de Ras al Ain, en el este, hasta Tal Abiad, en el oeste.

Ambas localidades se sitúan en la frontera con Turquía y fueron el principal blanco de la campaña militar de las tropas turcas, apoyadas por rebeldes sirios.

"Vamos a ofrecer todo lo necesario para que el acuerdo de alto el fuego tenga éxito", afirmó el comandante de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), Mazlum AbdiAbdi, quien apuntó que se trata de un "acuerdo preliminar que garantiza el fin de la ocupación turca de la zona" controlada por las milicias kurdas.

Estados Unidos y Turquía llegaron el jueves a un acuerdo que prevé un alto el fuego en la ofensiva turca en el noreste de Siria y la retirada de las milicias kurdas de una franja de 32 kilómetros de ancho en la frontera con Turquía.

El pacto alcanzado en Ankara con la mediación de Washington incluye la retirada de las milicias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), principal componente de las FSD, de una franja fronteriza con Turquía de 20 millas (32 kilómetros) de ancho en las próximas 120 horas, es decir, en 5 días.

El alto el fuego podría poner fin al sufrimiento de la población civil del nordeste de Siria, donde la autoproclamada administración autónoma kurda pidió ayer jueves que se abra "un corredor humanitario seguro con el fin de evacuar a los muertos y civiles heridos que están atrapados en la ciudad de Ras al Ain", según un comunicado.

Ras al Ain ha sido una de las puertas de entrada de las tropas turcas a Siria desde el comienzo de la operación militar el pasado día 9 y la localidad más castigada de esta campaña.

La aviación turca bombardeó el jueves dos veces el único hospital de Ras al Ain y alcanzó una ambulancia matando a dos paramédicos y los dos heridos que trasladaban, dijo a Efe Mervan Qamishlo, un portavoz militar de las FSD.

Qamishlo afirmó que ha habido "intentos de evacuación" de aquellos que están atrapados por la violencia en esa ciudad.

Las FSD informaron ayer en su parte de guerra diario que desde el miércoles el Ejército turco no había cesado de lanzar ataques desde tres ejes alrededor de Ras al Ain, acompañado de aviones de reconocimiento, artillería pesada y tanques.

Al Asad prometió responder ataque de "todas las maneras legítimas posibles"

Desde el comienzo de la operación turca han muerto al menos 218 civiles, entre ellos 18 niños, y 653 resultaron heridos, informó el jueves el departamento de Sanidad de la administración kurda, no reconocida por Damasco.

En sus primeras palabras tras más de una semana de silencio, el presidente sirio, Bachar al Asad, condenó la "agresión criminal" turca y prometió responder de "todas las maneras legítimas posibles".

El gobierno sirio llegó a un acuerdo con los kurdos, por el que las tropas sirias han avanzado y entrado en áreas que antes dominaban las autoridades y fuerzas kurdas, para hacer frente a los turcos y proteger las fronteras del país.

Mientras, las tropas estadounidenses se han retirado del norte de Siria, donde lucharon codo con codo con las FSD para derrotar al grupo yihadista Estado Islámico (EI), logrando el pasado marzo poner fin al "califato" de los radicales.

La coalición internacional antiyihadista encabezada por Washington ha destruido su principal base en el norte de Siria tras confirmar su retirada de la fábrica de cemento de la compañía Lafarge, emplazada entre las ciudades kurdas de Kobane y Ain Issa.

El portavoz de la coalición, coronel Myles B. Caggins III, indicó que ayer, miércoles, dos aviones de combate "realizaron con éxito un ataque aéreo de precisión planificado previamente contra la Fábrica de Cemento Lafarge para destruir un alijo de municiones y reducir la utilidad militar de la instalación" donde estaban destacadas las tropas estadounidenses.