"Una rabia que se acompasa con el fulgor juvenil": La explicación de Carlos Peña para el caos

Publicado:
Autor: Cooperativa.cl

El columnista apuntó que "las nuevas generaciones están convencidas de que la intensidad de sus creencias sobre la injusticia del mundo valida cualquier conducta".

Señaló como detonante la pérdida de legitimidad del modelo debido al "pobre desempeño gubernamental", que desnuda la desigualdad social.

Carlos Peña afirmó que "hay tres factores que, quizá, explican" el estallido social que vivió Chile durante los últimos días, iniciado en Santiago debido al alza de las tarifas del Metro.

"Hay una cuestión generacional que se manifiesta cada vez con mayor intensidad; hay una cuestión de legitimidad que poco a poco se insinúa; y hay una percepción de la desigualdad que cada día encuentra menos consuelo", escribió el abogado en su tradicional columna dominical en El Mercurio.

"Presas de sus pulsiones"

Peña dijo que "no es casualidad que todas las formas de protesta violenta sean protagonizadas por jóvenes", pero apuntó que históricamente esta fracción de la población contaba con "una cierta orientación ideológica", que ordenaba y contenía su conducta, haciéndola "más racional, más instrumental".

"Hoy día eso falta. Las nuevas generaciones están huérfanas de orientación (aunque no de aplausos de algunos viejos que compensan así la deuda de su propio pasado). Y así carentes de orientación ideológica, quedan presas de sus pulsiones", analizó.

"En vez de contar con una orientación ideológica, las nuevas generaciones están convencidas de que su subjetividad, el fervor con que abrazan una causa, la intensidad de sus creencias acerca de la injusticia del mundo, valida cualquier conducta", mirada que "es siempre la fuente de los peores excesos", alerta.

"Sin un momento reflexivo entre el impulso y la conducta, cualquier cosa es posible (...) En un mundo donde la subjetividad de cada uno es el árbitro final, las reglas escasean", remarcó.

Imagen foto_00000003
"Todo se agrava cuando algunos viejos, adherentes de una nueva beatería, proclaman a los jóvenes como el depósito de ideales puros, faros luminosos que indican el camino", escribió Peña. (Foto: ATON)

El Gobierno y la legitimidad del modelo

El rector de la Universidad Diego Portales dijo que otra causa de la crisis es la pérdida de legitimidad del sistema "que legitima, que hace admisibles las diferencias" sociales.

"Cuando todo ello no ocurre, cuando el logro del bienestar se hace moroso, cuando el consumo se estrecha y los esfuerzos no parecen encontrar retribución, ese principio de legitimidad comienza a mostrarse como una mentira, una mentira noble (...), y entonces la desigualdad (que la expansión del consumo ocultaba) se hace manifiesta. (...) La fantasía se disipa y el velo de legitimidad cae. La desigualdad, la diferencia de clases, la distinta distribución de los recursos queda a la vista, sin relato alguno que la justifique o la envuelva", escribe.

Para el letrado, "es probable que esa sensación de sentirse defraudado, traicionado en las expectativas, sea el fruto de la promesa que la derecha hizo y gracias a la cual llegó al gobierno. Después de todo, Sebastián Piñera alentó la expectativa de bienestar de los grupos medios, prometió que la legitimación modernizadora (la expansión del consumo, el acceso a bienes tradicionalmente negados a las mayorías) se ensancharía en el máximo de sus posibilidades".

"Ocurre que, juzgado a la altura de sus propias promesas, (Piñera) hasta ahora al menos queda por debajo. El resultado es tan obvio como predecible: una rabia que se acompasa con el fulgor juvenil. Así, dos factores explosivos coinciden: la certeza juvenil acerca de la injusticia de este mundo y un principio de legitimación que aparece defraudado por el pobre desempeño gubernamental", dispara.

Peña sostiene que "todo eso se agrava cuando algunos viejos, adherentes de una nueva beatería, proclaman a los jóvenes como el depósito de ideales puros, faros luminosos que indican el camino".