Barricadas en Santiago: Anuncian plan de contingencia para el retiro de basura
La intendenta metropolitana, Karla Rubilar, confirmó coordinación con la Onemi y municipios para la limpieza de escombros tras las protestas.
"Durante la mañana tuvimos complicaciones en Vicuña (Mackenna), San Pablo y otras calles", admitió la autoridad regional.
La intendenta metropolitana, Karla Rubilar, anunció este martes un plan de contingencia frente a las "complicaciones en la basura de las barricadas y los escombros" en Santiago tras las protestas en el marco del estallido social que enfrenta Chile.
"Durante la mañana tuvimos complicaciones en Vicuña (Mackenna), San Pablo y otras calles que impidieron el buen tránsito de buses del transporte público", admitió la autoridad regional.
"Estamos tomando las medidas con la Onemi (Oficina Nacional de Emergencia, dependiente del Ministerio del Interior) y los municipios para que si esta noche ocurren nuevamente estos desmanes, podamos estar limpiando muy temprano en la mañana", agregó Rubilar.
La intendenta informó que "obviamente estamos resguardando todos los vertederos y rellenos sanitarios donde podríamos tener algunas complicaciones".
Desde la Municipalidad de Santiago aseguran que el trabajo es constante durante el día, hasta que las condiciones del tránsito y seguridad así lo permite. Por esta razón, incluso, ha recibido ayuda desde otras alcaldías, como Vitacura y Las Condes.
El director de coordinación de la Municipalidad de Las Condes, Juan Ignacio Jaramillo, explicó que "ha tocado que nuestros equipos se han tenido que desplazar a distintos lados para ir aprovechando el tiempo de acuerdo a cómo se van desarrollando las marchas y los eventos en el centro. Generalmente, cuando estas cuadrillas van a trabajar -por ejemplo, hoy a Plaza Italia- en algún momento han tenido que abandonar (el lugar) y eso impide la continuidad del trabajo, pero eso también permite ir a otros lados y ayudar".
Y no sólo deben limpiar restos de barricadas de las calles, contó: "La cantidad de material que hay en las calles es mucha y todos los días aparecen cosas nuevas. Hay que pensar que no sólo son los equipamientos que hay en la calle, sino que también de los locales saqueados, pues los dueños ya no los necesitan porque están quemados, están destruidos".
La mayor protesta en Chile desde 1990, cuando se recuperó la democracia, prosigue en Santiago y distintas ciudades del país con miles de ciudadanos manifestándose en las calles pidiendo reformas sociales, pero también con fuertes episodios de violencia y vandalismo.
Los disturbios hacen crecer también la millonaria factura de daños causados a propiedades como supermercados saqueados e incendiados y a servicios públicos como el Metro de Santiago, que ha quedado prácticamente inutilizada.
Desde que el pasado viernes 18 comenzó la agitación en las calles chilenas, esta no ha cesado y ha dejado al país inmerso en una crisis que ya arroja 15 muertos, más de 200 heridos y 5.400 detenidos.