Pedro Pascal: "El conflicto del Mandalorian es entre él y él mismo"
El chileno viaja a una galaxia muy lejana para protagonizar la primera serie de acción real de "Star Wars".
"Si no era yo, debía ser otra persona que represente a los latinos", dijo el intérprete, a una semana del estreno de la ópera espacial.
A Pedro Pascal le van las emociones fuertes. Rastreó sin descanso a Pablo Escobar en "Narcos" y se midió (con penoso resultado) a La Montaña en "Game of Thrones". Ahora, el chileno viaja a una galaxia muy lejana para protagonizar "The Mandalorian", la primera serie de acción real de "Star Wars".
"El conflicto del Mandalorian es entre él y él mismo", aseguró el chileno a Efe sobre una esperadísima producción para la pequeña pantalla que será una de las grandes tentaciones del lanzamiento de Disney+, la nueva plataforma digital de Disney que se estrenará el 12 de noviembre.
Metido en la piel de un misterioso y oscuro cazarrecompensas intergaláctico, Pascal no puede ser más diferente de su implacable personaje: muy amable, atractivo, elegante y con un punto tímido, confesó que de niño se miraba en el espejo de Luke Swywalker pero admitió que, a sus 44 años, empieza a entender a Darth Vader.
A continuación, la entrevista de Efe a Pedro Pascal:
Dice Jon Favreau (uno de los máximos responsables de esta serie) que lo más importante para estar en "The Mandalorian" era ser fan de "Star Wars", sentir pasión por la saga. ¿Cuál es tu conexión personal con "Star Wars"?
- Vi la primera película cuando tenía como tres años. Y recuerdo muy claramente la impresión que dejó la primera película y las que siguieron después. Creo que mi generación es la más influida por "Star Wars". Yo nací en 1975 y mi infancia y adolescencia existen al lado del mundo de estas películas: todos los juguetes, los personajes, los cuentos...
De niño chico uno se identifica con Luke. Y después, como adolescente o joven ya más rebelde, uno se identifica con Han Solo. Y ahora, en la madurez, uno se identifica más con Darth Vader (risas). Claro que sí: ser papá, el conflicto, el bueno y el malo, se está muriendo nuestra alma... Toda esa cosa existencial.
En las escenas sueltas que pudimos ver de "The Mandalorian" llama la atención su aroma y tono de wéstern. ¿Hay algún personaje o película clásica del Oeste que te inspirara para este papel?
- Jon Favreau y Dave Filoni fueron muy específicos. Les pregunté: "¿Qué cosa debería estar estudiando para empezar esto?". Y dijeron inmediatamente: "Akira Kurosawa y Sergio Leone". Las películas de Leone no pueden existir sin las de Kurosawa y creo que esto no podría existir sin esas películas.
Ese samurái solitario o ese pistolero solitario es el cazarrecompensas solitario de este mundo. Y, además, los confines de la galaxia son un poco como el lejano Oeste.
Una de las herramientas principales de un actor es su cara, pero aquí no la vemos porque siempre está oculta tras una máscara. ¿Cómo intentaste expresar emociones sin poder recurrir a tu rostro?
- Es muy interesante la experiencia de expresar un personaje solo con movimientos. Y la falta de movimientos también: una postura puede contar mucho más que cualquier palabra que estás diciendo (...). Empecé mi carrera con el teatro y gracias a eso estoy volviendo a entender cómo expresarme de forma económica con mi cuerpo: volver a la raíz.
"Star Wars" gira en torno a la lucha entre el bien y el mal, entre la Fuerza y el Lado Oscuro. Pero en un cazarrecompensas como el Mandalorian, ¿cuál es el dilema moral que le guía si solo le interesa el dinero?
- En "Star Wars", con todo lo que creó George Lucas, está el concepto de que uno vive por uno mismo o vive por los demás (...). Aquí está la concepción de una figura solitaria y la manera en que se protege y se arma contra el mundo. Para mí, el conflicto del Mandalorian es entre él y él mismo.
En la primera serie de acción real de "Star Wars" tenemos a un latino como estrella, algo que hace años hubiera sido imposible. ¿Cómo ha ayudado el auge de las series a ampliar la diversidad y a dar más oportunidades a todo tipo de actores?
- Disney es muy inteligente en el sentido de que si no fuera yo debería haber sido otra persona que representara a los latinos, los afroamericanos, etc. Por el lado del negocio, es un público muy grande. Y en el mundo del "streaming" creo que entienden eso mucho más.
Creo que el negocio es el negocio. Es un buen reflejo de reconocer un mundo que está más allá del que estamos acostumbrados en el entretenimiento, más allá del modelo norteamericano. La gente del "streaming" es muy inteligente y están muy al tanto de estas cosas, algo en lo que el cine necesita ponerse al día.