INDH advierte al Gobierno: "Nuestro mandato es no a la impunidad"
El director Sergio Micco se reunió con las autoridades de Interior y exigió justicia, reparación, memoria y garantías de no repetición de violaciones a los DD.HH..
"Los protocolos policiales evidentemente no se han cumplido", dijo.
A un mes del inicio de las protestas en Chile, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, le recordó al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, que el Estado debe implementar cinco ejes en materia de derechos humanos: no impunidad, justicia, reparación, memoria y garantías de no repetición.
Tras la reunión que mantuvo con Blumel en La Moneda -en la que participó también el subsecretario Rodrigo Ubilla-, Micco señaló que "hemos reiterado que nuestro mandato es no a la impunidad en materia de violaciones a los derechos humanos".
"Se tiene que saber toda la verdad de lo que ha ocurrido en estos 30 días; que se tiene que hacer justicia, es decir investigar y sancionar a los culpables. Como tercer punto, hay que reparar en la medida de toda la justicia a quienes han sufrido tanto", subrayó el director del INDH.
"Los protocolos policiales no se han cumplido"
Micco además se refirió a las pericias que se han realizado para establecer el material de los perdigones que utiliza Carabineros.
Esto luego de que un estudio que investigadores de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, a petición de la Unidad de Trauma Ocular del Hospital Salvador, arrojara que los proyectiles sólo poseen un 20 de caucho mientras que el restante 80 está compuesto por sílice (SiO2), sulfato de bario (BaSO4) y plomo (Pb).
"Desde la primera hora, hemos insistido en que tanto la forma como se ha utilizado, como los perdigones, la materia de qué están hechos y la potencia con la que se disparan, tiene que ser de acuerdo con protocolos y evidentemente no se han cumplido en muchísimos casos. Y además se deben hacer peritajes internacionales en esta materia", apuntó Micco.
La brutalidad con que las fuerzas de seguridad están reprimiendo las marchas, con camiones lanza-aguas, perdigones y gases lacrimógenos aún cuando estas son pacíficas, ha sido una de las características de este estallido social, que se ha cobrado la vida de 23 personas -cinco de ellas a manos de agentes del Estado- y ha provocado miles de heridos.
Diversos organismos internacionales han alzado la voz contra lo que los médicos chilenos han llamado una "epidemia" de mutilaciones oculares. Según el INDH, más de 200 personas presentan graves heridas en sus ojos producto de balines disparados por los agentes, unas cifras inéditas en el país.
El caso más dramático tuvo lugar el 9 de noviembre cuando el joven Gustavo Gatica, de 21 años, recibió disparos en ambos ojos. Ya ha perdido la visión total en uno de ellos y los médicos dicen que hay altas probabilidades de que se quede ciego.