Apelando a los "históricos principios democráticos del socialismo chileno", un grupo de históricos militantes del PS, entre ellos algunos actuales diputados y senadores, firmó una declaración pública en la que enfatizan que ante la crisis que atraviesa el país "el camino es la democracia", al tiempo que llaman a la izquierda democrática a enfrentar con ideas a los sectores más radicales, que buscan "arrasar con el Estado de Derecho y la democracia chilena".

"Chile, con todos sus límites e imperfecciones, es una república democrática. En ella existe una nítida separación de los poderes del Estado; se vive en el pluralismo de ideas y acciones políticas, culturales y espirituales; las leyes y costumbres respetan los derechos y libertades básicas ciudadanas y el derecho de expresión y organización; los chilenos eligen mediante el voto universal a sus autoridades y mandatarios, delegando en ellos el poder soberano del pueblo. Estos son los fundamentos esenciales de las sociedades abiertas y democráticas", definen.

Para el grupo, "hay quienes, de buena fe o movidos por radicalizadas e interesadas visiones, propagan la idea de que en Chile no hay democracia, lesionando la cohesión social y sembrando la desconfianza en torno a este noble valor".

"También ofenden a toda una generación de hombres y mujeres que lucharon, a costa de sus vidas, seguridades y libertades, por terminar la dictadura de 17 años y recuperar el preciado bien de la democracia", enfatizan.

Por ello, "es nuestro deber oponer razones y argumentos frente a esta dañina perspectiva que corroe los fundamentos de la vida democrática y facilita salidas de fuerza hacia aventuras autoritarias y peligrosos populismos".

Frente al "ataque al Estado de Derecho", agregan, en "estas semanas se han visto tres Chiles", el de la manifestación pacífica y civil que exige derechos a seguridad y mejor vida; el que mira "con preocupación la crisis y el caos y que en algún momento hará oír su voz", pero "también minorías, que, al amparo de estas justas causas, se han dedicado a ciega destrucción, al vandalismo y al pillaje".

"En estas minorías coexisten lumpen y sectores marginados, bandas criminales ligadas principalmente al narcotráfico, y grupos extremistas y antisistémicos, altamente ideologizados y organizados en torno a un único objetivo: destruir las instituciones públicas y privadas y arrasar con el Estado de Derecho y la democracia chilena", sentencian.

Los firmantes añaden que el escenario actual obliga a que "la izquierda democrática debe emprender una decidida batalla ideológica, cultural y política contra esta amenaza que puede pavimentar el camino a una respuesta de otra índole: la instauración por las armas de un régimen dictatorial que 'pacifique' un Chile arrasado e inerme ante una guerra alimentada por los dos extremos del espectro político".

"La lucidez política y social que tuvimos para luchar y terminar con la dictadura, debemos levantarla nuevamente para conjurar el peligro que la inmensa mayoría del pueblo no desea. Sin ambigüedades, ni menos justificaciones", sentencian.

Los firmantes

La carta la firman, entre otros, Ricardo Núñez, los senadores Rabindranath Quinteros y José Miguel Insulza; los diputados Marcelo Schilling, Raúl Saldívar y Gastón Saavedra; José Antonio Viera-Gallo, Juan Gabriel Valdés, Alvaro Briones, Hardy Knittel, Ariel Ulloa, Gabriel de la Fuente, Mauricio Viñambre, Gabriel Aldoney, Pablo Veloso, Jenny Núñez, Claudia Hernández y Hernán Vodanovic.

"Lo hacemos fundamentalmente pensando en que lo que está en juego es, básicamente, la subsistencia de un sistema democrático en nuestro país, que los hechos que están ocurriendo son de tal naturaleza que pueden pavimentar a sistemas autoritarios de cualquier índole. Creo que esto es un llamado que nos compromete a luchar, de nuevo, porque no ocurra en nuestro país deterioro de tal naturaleza que terminemos lamentando no haber tenido la capacidad, la voluntad, que en otras oportunidades de nuestra historia no tuvimos", dijo Ricardo Núñez.

Por su parte, el senador Quinteros apuntó a que los "nudos" son la gente que quiere mantener "su estatus" y, en esa línea, sostuvo que "al comienzo uno escuchaba a los grandes empresarios que estaban dispuestos a abrir sus bolsillos y dar hasta que le doliera, pero parece que estas cosas se han olvidado, y ahora todos, el Gobierno sobre todo, su tema solamente es la violencia, la violencia".

"Ya dimos un paso político, que es un camino a una nueva Constitución, pero falta que el Gobierno, de verdad, mande proyectos de reformas sociales que vayan más allá de lo que está mandando", agregó el parlamentario.