CNTV ha recibido más de 450 denuncias contra "Bienvenidos" por caso Hermógenes Pérez de Arce
Tonka Tomicic echó al abogado luego de que éste negara que existieran violaciones a los derechos humanos de forma sistemática durante la dictadura.
El Consejo Nacional de Televisión (CNTV) dio a conocer este lunes que ha recibido un total de 457 denuncias en contra de "Bienvenidos" (Canal 13) por el episodio en que el abogado Hermógenes Pérez de Arce fue expulsado del estudio por la animadora Tonka Tomicic tras negar que hayan existido violaciones a los derechos humanos de forma sistemática durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La presidenta del CNTV, Catalina Parot, informó que algunos de los reclamos indican que "fue censurada la opininón" del columnista pinochetista y se acusa falta de pluralismo e intolerancia, "faltando al derecho humano fundamental de la libertad de expresión", consigna este martes el diario El Mercurio.
Otras denuncias, en cambio, apuntan a que "el señor Pérez de Arce niega la historia, haciendo que los telespectadores sientan rabia, lo que puede resultar en una alteración del orden" y que el programa tuvo "panelistas que con la contingencia actual realizan comentarios que denigran a las personas que han sufrido violaciones a los derechos humanos".
Cumpliendo con lo que había advertido, el abogado Raúl Meza, que representa a Pérez de Arce, presentó un reclamo ante la entidad asegurando que durante el programa de Canal 13 se cometió un acto "arbitrario, anti democrático y discriminatorio", indica el rotativo.
Meza precisó que dentro de los antecedentes adjuntaron más de 25 mil denuncias que recibieron "en un registro público", para que los efectos de que el CNTV investigue todos los hechos ocurridos durante el programa.
Parot señaló que el organismo que preside revisará las quejas una vez cumplidos los 10 días hábiles que se estipula para ello y que "ni siquiera se han visto si es admisible o inadmisible" el anexo de las 25 mil denuncias que adjuntó Meza.
Durante la dictadura militar, unas 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 40.000 fueron encarcelados y torturados por causas políticas.