Papa Francisco: A las personas con discapacidad aún se les impide la ciudadanía plena
El pontífice argentino dijo que no bastan las leyes sino que hay que superar ciertas mentalidades que evitan la participación activa de esta población en la vida cotidiana.
El líder de la Iglesia católica difundió este mensaje en el marco del Día Mundial de las Personas con discapacidad.
El papa Francisco dijo este martes que no bastan las leyes sino que hay que superar ciertas mentalidades que evitan la participación activa en la vida cotidiana de las personas con discapacidad.
Así se lee en el mensaje difundido por el pontífice argentino con motivo del Día Mundial de las Personas con discapacidad, en el que denuncia que aún a estas personas se les "impide la ciudadanía plena".
"Es necesario cuidar y acompañar a las personas con discapacidad en todas las condiciones de vida, haciendo uso también de las tecnologías actuales pero sin absolutizarlas; con fuerza y ternura", abogó el papa.
Añadió que esto "es un viaje exigente e incluso agotador que contribuirá cada vez más para formar conciencias capaces de reconocer a todos como una persona única e irrepetible".
Pidió no olvidar a los que llamó "los muchos exiliados ocultos" que viven dentro de nuestros hogares, en referencia sobre todo a los ancianos, considerados a veces como una "carga" o "presencias voluminosas", y que corren el riesgo de ser descartados.
Instó a la sociedad a crear "los anticuerpos" contra una cultura que considere a las personas de serie A y a otras de serie B. "¡Esto es un pecado social!", aseveró.
Y aunque explicó que "hacer buenas leyes y romper barreras físicas es importante", esto no es suficiente, si no cambia la mentalidad y "si no superamos una cultura generalizada que continúa produciendo desigualdades, evitando la participación activa en la vida cotidiana de las personas con discapacidad".
"En estos años se han implementado y llevado a cabo procesos inclusivos, pero aún no se han implementado suficiente, porque los prejuicios producen, además de barreras físicas, también límites de acceso a la educación para todos, empleo y participación", añadió.
Francisco dedicó sus rezos para que "cada la persona puede sentir la mirada paterna de Dios sobre sí misma, lo que afirma su plena dignidad y valor incondicional de su vida".