Antiguos habitantes levantaron primer árbol de Navidad en Prípiat desde el accidente de Chernóbil

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La ciudad, fundada en 1970 para albergar profesionales que debían construir la planta, hoy es una de las tantas zonas abandonadas que dejó la catástrofe nuclear.

Construida en las proximidades de la central, está dentro de la zona de exclusión establecido tras el mayor accidente de este tipo en la historia.

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Los antiguos vecinos de Prípiat adornaron el árbol con algunos juguetes y numerosas fotografías de su infancia.

Varios habitantes de Prípiat, ciudad ucraniana a tres kilómetros de Chernóbil, volvieron a la localidad abandonada tras la mayor catástrofe nuclear de la historia, para levantar un árbol de Navidad, el primero desde 1986, informa la prensa local.

El árbol fue erigido frente al Palacio de Cultura Energuetik, precisa la cadena ZIK.

Los antiguos vecinos de Prípiat, en la zona de exclusión de Chernóbil, adornaron el árbol con algunos juguetes y numerosas fotografías de su infancia.

Prípiat fue fundada en 1970 como un "atomogrado", es decir, una ciudad para albergar a los ingenieros, físicos y técnicos que debían construir una planta atómica, en este caso, la de Chernóbil.

Construida en las proximidades de la accidentada planta, la ciudad jardín, con cerca de 50.000 habitantes, fue evacuada a partir del 27 de abril, al día siguiente del mayor accidente de la historia y hoy, al igual que otras localidades de la zona de exclusión de 30 kilómetros alrededor de la central, es un lugar abandonado.

Mientras, la ciudad de Chernóbil, ubicada a 12 kilómetros de la central, ya es apta para la vida humana, según las autoridades ucranianas.

De acuerdo con evaluaciones oficiales, la explosión ocurrida en la madrugada del 26 de abril de 1986 esparció hasta 200 toneladas de material con una radiactividad de 50 millones de curies, equivalente a 500 bombas atómicas como la lanzada en Hiroshima.

La radiación continúa afectando a miles de habitantes de Bielorrusia, Ucrania y Rusia, donde se halla el 70 por ciento de los casi 200.000 kilómetros cuadrados de terrenos contaminados.