Radiografía a los 802 campamentos en Chile: 60 en zonas de riesgo de incendio, derrumbe o inundaciones
Catastro dejó preocupantes datos, como que desde el 2011 aumentaron en más de 500 estos emplazamientos a nivel nacional.
La Región Metropolitana concentra la mayor cantidad de hogares emplazados en lugares peligrosos con 81 por ciento, es decir, 3.215 hogares.
Al menos 802 campamentos existen actualmente en Chile, de los cuales 60 se ubican en zonas de riesgo de incendio, derrumbe o inundaciones, según los resultados preliminares del catastro del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
El informe, realizado con la colaboración de la Universidad Católica y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), constató que "más familias ingresan a un campamento de las que logran salir año a año", dijo el ministro Cristián Monckeberg en una rueda de prensa junto al subdirector nacional de Onemi, Cristóbal Mena.
El registro dejó preocupantes datos como que desde el 2011 aumentaron en más de 500 los campamentos a nivel nacional.
De los 802 campamentos catastrados, 583 se emplazan en zonas urbanas según instrumento de planificación territorial (72,6 por ciento), 168 en zonas rurales (20,9 por ciento) y 51 emplazados en zonas mixtas (6,4 por ciento).
El objetivo del informe, explicó Monckeberg, es "visibilizar lo que está ocurriendo con cientos y miles de familias que estaban viviendo en campamentos; saber en lo inicial cuántas eran las familias que viven en campamentos, cuánta era la cantidad de campamentos existentes en el país y por qué viven en un campamento".
"Muchos de esos campamentos hoy están en zonas de riesgo de incendio o de remoción de masas producto de lluvias", advirtió el titular del Minvu durante la presentación del catastro.
Los 60 campamentos ubicados en zonas de riesgo consideran más de 3.950 hogares afectados. De estos, 39 se encuentran en la Región Metropolitana, equivalente a más de 3.215 familias.
"Plan Campamento Preparado"
Con el fin de generar mayor seguridad en estas zonas de riesgo, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo anunció que comenzó un piloto del "Plan Campamento Preparado", que busca transmitir a las familias que habitan en los campamentos la importancia de identificar potenciales peligros al interior y exterior de su territorio.
La Región de Antofagasta, en el norte del país, comenzó con la implementación del plan el cual se genera a partir del trabajo coordinado con familias de diferentes campamentos que forman parte de la iniciativa, además de contar con la orientación de la Onemi regional.
Pese a ello, la alcaldesa antofagastina, Karen Rojo, apuntó que "donde tiene que enfocarse el ministerio, más allá de saber cuáles son las zonas de riesgo, es darle una solución a la gente que hoy está instalada en esos lugares, que no es de casualidad, sino que hay una necesidad".
"El precio de suelo es carísimo, por lo tanto el subsidio que hoy entrega el Estado para la Región de Antofagasta no tiene peso, no tiene validez. Mientras no hagan una valoración distinta, va a ser bien difícil que la comuna empiece a disminuir este déficit habitacional", sostuvo la jefa comunal.
A juicio de Vicente Stiepovich, director social de TECHO-Chile, "tiene que haber una política más ágil", pues en la actualidad "demora más o menos ocho años desde que inicia el proceso de erradicación hasta que se erradica".
"Para pensar en soluciones y en políticas públicas, (se debe analizar) cómo incorporamos a las mismas familias a crear soluciones que sean más adecuadas, ver cómo las hacemos de forma participativa y cómo apuramos los tiempos de espera", planteó Stiepovich.
El caso de La Chimba, por Felipe Berríos
Desde el barrio La Chimba, en Antofagasta (donde reside), el sacerdote jesuita Felipe Berríos explicó el trabajo que llevaron a cabo en el campamento, uno de los más grandes de Chile.
"Nosotros nos organizamos, primero, para limpiar el lugar, ordenarlo y poner jefes de pasajes -que no fuera una sola directiva, que muchas veces se adueña de los campamentos y le cobra a la gente y abusa de ellos-, que trabajan junto con cada jefe de pasaje que es elegido por la gente y es rotatorio", comentó el cura.
Berríos destacó que este tipo de organización "hace que los campamentos sean más fuertes y se coordinen mejor para enfrentar temas como la basura, la falta de agua, la seguridad y la posibilidad de la vivienda definitiva".