Argelinos completan 11 meses de protestas, pese a anuncios de reformas y caída de un presidente
En el cuadragésimo octavo viernes consecutivo de manifestaciones, exigen un país "libre y democrático" y que exista un "Estado civil y no militar".
Las movilizaciones no cesan a pesar de que se hayan comprometido cambios constitucionales y la dimisión en abril de un mandatario.
Miles de argelinos salieron hoy a las calles para exigir la caída del régimen en el 48 viernes consecutivo de protestas, que no cesan pese a la puesta en marcha del nuevo Gobierno y el anuncio de que se emprenderá una reforma de la Constitución.
Desde primera hora de la mañana, diversos grupos pequeños se concentraron en diferentes puntos del centro de la capital para tratar de evitar la represión de las fuerzas de Seguridad, que practicaron varias decenas de arrestos preventivos.
Uno de los grupos más numerosos se congregó frente a la gran Facultad Central, a la que llegaron tras cruzar la avenida Pasteur y la simbólica plaza de la Grande Poste, en dirección a la avenida Didouche Mourad, principal arteria comercial de la capital.
Los congregados, que enarbolaron algunas banderas multicolores Amazigh pese a estar prohibidas, avanzaron entre gritos de "Argelia libre y democrática" y "Queremos un estado civil, y no militar", en alusión al sistema que domina el país desde la independencia de Francia en 1962.
Elecciones de diciembre, boicoteadas y con la mayor abstención de la historia
Volvieron a criticar al nuevo presidente argelino, Abdelemejid Tebboun, al que calificaron de marioneta del Ejército: "Es ilegítimo porque ha sido designado por el Ejército. El pueblo civil tiene derecho a decidir sobre su futuro", se podía leer en una pancarta.
Tebboun, antiguo ministro y hombre del sistema, fue elegido el pasado 12 de diciembre en unas elecciones que boicoteó la oposición y que registraron la mayor abstención en la historia de Argelia.
Se convirtió así en el sucesor del longevo presidente Abdelaziz Bouteflika, quien se vio obligado a dimitir el pasado abril a causa de las protestas en la calle y de la presión del entonces jefe del Ejército, general Ahmed Gaïd Salah, fallecido de un ataque la corazón a finales de diciembre.
Campaña de "manos limpias" con múltiples arrestos
Gaïd Salah, que pidió la inhabilitación por enfermedad del presidente que lo nombró en 2004 y con el que colaboró durante casi quince años, impulsó después una supuesta campaña de "manos limpias" que ha llevado a la cárcel a decenas de políticos, empresarios, militares de alto rango, periodistas y ciudadanos en general considerados miembros del llamado "clan Bouteflika".
Entre ellos, su hermano Saíd, considerado el verdadero poder en la sombra desde que el mandatario sufriera en 2013 un grave problema de salud, y el general Mohamad Mediane alias "Tawfik", director durante veinticinco años de los temidos servicios secreto argelinos y su posible sucesor.
También a los antiguos primeros ministro de la era Bouteflika, Ahmed Ouyahia y Abdelamalek Sellal, acusados de corrupción y condenados a más de una década de cárcel en lo que expertos locales e internacionales consideran una guerra en la cúpula del poder.