Hospital del Salvador registra 280 casos de trauma ocular severo en tres meses de protestas
En 54 de ellos, el afectado perdió la visión de uno de sus ojos.
El Ministerio de Salud comenzó a realizar un programa integral de reparación.
Gustavo Gatica y Fabiola Campillai perdieron sus dos ojos.
La Universidad de Trauma Ocular (UTO) del Hospital del Salvador indicó que son 280 los casos de trauma ocular severo que han registrado desde el inicio de la crisis social, hace ya tres meses.
Del total de afectados, el 80 por ciento son hombres, que tienen un promedio de edad, según dio a conocer el Hospital, de 29 años.
Mauricio López, ex presidente de la Sociedad Chilena de Oftalmología y oftalmólogo de la UTO, señaló que el 75 por ciento de los casos están asociados a perdigones de goma y el 15 por ciento a golpes de cartuchos de lacrimógenas.
"En los primeros días recibimos a 20 pacientes, después bajaron a seis diarios, de los cuales, el 75 por ciento estaban ligados a perdigones de goma", reveló López al diario El Mercurio.
Además, el profesional aseguró que cuando Carabineros dejó de usar la escopeta antidisturbios se registraron casos "cada tres días, y ahora tenemos uno cada siete o 10 días, aproximadamente".
Son 54 las personas que perdieron la visión total de uno de sus ojos y dos los casos, Gustavo Gatica y Fabiola Campillai, que lamentablemente perdieron ambos ojos.
Programa de Reparación Ocular
Debido a la gran cantidad de lesionados oculares registrados en estos últimos meses, el Ministerio de Salud comenzó a realizar el Programa Integral de Reparación Ocular, que garantiza atención médica estética y funcional gratuita para cada uno de los afectados, por el tiempo que sea necesario.
Además brinda apoyo psicológico y planes de manejo multidisciplinario para minimizar las secuelas y facilitar la reinserción en el mediano plazo de los pacientes lesionados.
Nelson, de 50 años, es una de las personas que perdió uno de sus ojos durante la crisis social y que está realizando terapias en este programa de Reparación Ocular.
El trabajador de la construcción recibió un perdigón el 25 de octubre y ya ha tenido que ser operado en tres ocasiones.
"Ha sido difícil todo esto. Yo no sé si voy a poder volver a mi trabajo en la construcción cuando termine mis tratamientos y tengo un hijo que depende financieramente de mí", lamentó el afectado al matutino.