García Linera: "En Bolivia hubo una sublevación de la clase media contra la igualdad"
Quien fuera vicepresidente de Evo Morales por 14 años dijo que su caída fue precipitada por "un estado de ánimo muy racista".
"Había un resentimiento muy duro contra la igualación de estos 'indios alzados', y lo que hace el Gobierno interino es disciplinar a los indios otra vez", afirmó.
García Linera dijo que Evo Morales renunció porque resistir hubiera implicado "centenares de muertos".
El ex vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera afirmó que la crisis que lo sacó a él y a Evo Morales del poder en noviembre de 2019 correspondió a "una sublevación de la clase media contra la igualdad" alcanzada durante 14 años de gobierno del MAS (Movimiento al Socialismo).
"Lo que pasó en Bolivia fue una sublevación de las clases medias tradicionales contra la igualdad, que ha tomado, con el tiempo, la forma de un golpe de Estado", dijo García al diario español El País.
El político -actualmente exiliado en Argentina- destacó que, "según la Cepal, el 30 por ciento de los bolivianos pasó de ser pobre a ser clase media" bajo los gobiernos de Evo Morales, mientras que "el asalariado incrementó su salario un 500 por ciento en una década, según la ONU".
En este contexto, "las clases medias tradicionales ven, primero con preocupación y luego con pavor, cómo personas que vienen del mundo indígena adquieren el mismo estatus que ellos tenían. El malestar se traduce en movilizaciones contra el Gobierno y en un estado de ánimo muy conservador, muy racista, que dará pie a que las fuerzas del orden desconozcan el orden constitucional y pidan la renuncia del presidente" Morales, argumentó.
"Disciplinar a los indios otra vez"
García Linera señaló como ejemplo de esto que "cuando los golpistas entran al Gobierno (con Jeanine Áñez) llevan la Biblia, porque los indios no tienen alma. ¿Y qué hacen? Queman la wiphala (la bandera indígena)".
Ello muestra "un resentimiento muy duro contra esta igualación inconsulta de estos indios alzados", y que la boliviana "es una sociedad muy dividida, polarizada ideológica y étnicamente".
"Los viejos fantasmas de la fragmentación social renacen porque el Gobierno de Evo Morales fue el intento más audaz de saldar deudas, de cerrar la brecha, la falla geológica -en mi concepto- de la formación boliviana, y lo que hace el Gobierno interino es volver a resucitarlas, disciplinar a los indios otra vez", explicó.
Para García, "lo que ha pasado en Bolivia es el costo social de una igualdad acelerada en una sociedad que no ha logrado superar todavía las fronteras étnicas (...) En Bolivia, un joven de un apellido notable que se vaya a casar con una india no ocurre ni hoy", ejemplificó.
Consultado por una eventual similitud con las revueltas sociales que viven otros países de América Latina, el ex vicepresidente lo descartó: "En Bolivia es una protesta contra la igualdad y en Chile o Colombia son protestas por mayor igualdad y mayores derechos".
"Se iba a desencadenar una matanza"
Sobre la base de este razonamiento, el político afirmó que el proceso que culminó en la caída de Morales fue "una mezcla de acción social con un golpe de Estado", donde "la idea de fraude fue una construcción", pero el intento del mandatario de seguir en el poder pese a haber perdido el referendo de 2016 "les da la bandera (a los opositores)" para minar su legitimidad.
García dijo que, en este contexto, Evo Morales renunció porque "se iba a desencadenar una matanza".
"A las siete de la mañana (del 10 de noviembre) ya había un desacato de la Fuerza Aérea a obedecer el mando institucional, incluso antes de que pidan nuestra renuncia. Los comandantes llaman a Evo en la tarde: 'No saquen las Fuerzas Armadas, yo voy a renunciar, pero no saquen a las Fuerzas Armadas', pide (Evo)", relató.
"Tenías un estado de insurgencia social, militares y policías que habían decidido desconocer al Gobierno y ante eso te enfrentas o te retiras. Enfrentarte hubieran sido centenares de muertos y Evo no quería un solo muerto", señaló García Linera a El País.