El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que la limitación de los desplazamientos que entrará en vigor este martes a partir de las 12.00 hora local y durante -inicialmente- 15 días para intentar prevenir los contagios por coronavirus.

Entre las excepciones se incluye visitar a familiares dependientes o pasear al perro.

El aumento de las restricciones se produce en un momento en que las últimas cifras oficiales evidencian el avance del coronavirus en el país: en 24 horas ha habido 1.210 nuevos casos y 21 muertos, lo que eleva el balance a 6.633 contagios y 148 fallecimientos.

Esta situación, además, conllevó al aplazamiento de la segunda ronda de las elecciones municipales, prevista inicialmente para el 22 de marzo, después de la celebración de la primera este pasado domingo, en la que la abstención fue histórica y superó el 50 por ciento.

Al respecto, Macron enfatizó que "estamos en guerra, en una guerra sanitaria. Es cierto que no luchamos ni contra un Ejército ni contra una nación, pero el enemigo está ahí, invisible y evasivo, y avanza. Esto requiere nuestra movilización general".

Multas y policías en las calles

El Gobierno francés anunció que movilizará a más de 100.000 policías y gendarmes para hacer cumplir desde este martes las medidas de confinamiento.

Esos agentes podrán imponer multas de hasta 135 euros (128 mil pesos chilenos) a quienes no respeten la consigna de quedarse en casa a no ser que sea por motivos laborales, sanitarios, alimenticios y, en casos excepcionales, familiares.

El ministro del Interior, Christophe Castaner, remarcó que "nuestro objetivo no es sancionar, pero si debemos sancionar lo haremos. Queremos que todo el mundo asuma su responsabilidad".

Francia ya había ordenado el sábado el cierre de los establecimientos públicos no esenciales, como bares y tiendas no alimentarias, pero Macron adelantó hoy medidas más restrictivas.

Un detonante fueron las imágenes de parques y jardines parisinos abarrotados de gente este domingo, pese a las consignas gubernamentales de limitar los desplazamientos y los contactos sociales.

"Estemos a la altura de las circunstancias individual y colectivamente", dijo Macron.

El esfuerzo también será económico, con la futura creación de un Fondo de Solidaridad para ayudar a los empresarios, el aplazamiento de los cargos sociales y fiscales y la promesa de una garantía del Estado de 300.000 millones de euros para los préstamos bancarios contraídos por las pequeñas empresas.

"Ninguna será abandonada al riesgo de quiebra", prometió en una alocución de tono marcial y con llamamientos constantes a la colaboración de los franceses, convencido de que la población saldrá reforzada de esta crisis.